Cambio de hora, un leve «jet lag»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El reloj fisiológico deberá adaptarse al horario a partir de la madrugada

24 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A partir de las dos de la madrugada el cuerpo empezará a sufrir un pequeño jet lag que a ancianos, niños pequeños y pacientes con problemas neurológicos les costará digerir un poco más. En ese momento, el reloj deberá adelantarse a las tres, lo habitual desde hace 38 años cada último sábado de marzo, pero no solo habrá que cambiar las manecillas, sino que también será necesario sincronizar la caja de ritmos del organismo, que desde ese instante empezará a notar los efectos de una hora robada al sueño.

Mayores episodios de irritabilidad, cansancio, somnolencia, desgana, falta de apetito o menor rendimiento intelectual son algunas de las consecuencias que experimenta el cuerpo antes de que el reloj circadiano del organismo, marcado por los ciclos de luz y oscuridad, se adapte de nuevo al reloj horario. «Tras el cambio horario de primavera, la duración del sueño disminuye entre treinta minutos y una hora», explica Juan Antonio Madrid, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, que destaca que los más madrugadores serán los que mejor se adapten a dormir una hora menos. Un ejemplo, si una persona se acuesta por lo general a las doce, el cuerpo le pedirá hacerlo a la una. Habrá que vencer esa resistencia para recuperar la normalidad.

El cambio de hora supone un trastorno para el cuerpo, «un pequeño jet lag», en palabras de Juan Antonio Madrid, pero las molestias, para la mayoría de la gente, no serán más que leves y todo volverá a la normalidad en apenas dos o tres días. «Cualquier perturbación que se deba al cambio de hora es muy pequeña», señala Xurxo Mariño, neurocientífico de la Universidade da Coruña, quien lo constata con un ejemplo gráfico: «Quedarse una noche viendo la tele dos horas más de lo normal ya supone un cambio mayor».

Ahorro

Peor lo pasarán los bebés, que muy probablemente estén más irritables. A niños y ancianos también les costará más adaptarse y mostrarán mayores signos de fatiga y falta de concentración.

El Gobierno, como todos los años, justifica que vale la pena pasar por estas molestias para ahorrar en consumo eléctrico el equivalente a 300 millones de euros. Es, desde 1974, el argumento fundamental para el cambio de hora, aunque en Galicia el ahorro es menor.

análisis los efectos del cambio de hora en el cuerpo