Sintecho que ofrecen conexión a Internet a cambio de una donación

EFE

SOCIEDAD

Un proyecto de una agencia de publicidad emplea en un festival tecnológico y musical a personas sin recursos como puntos de conexión 4G

13 mar 2012 . Actualizado a las 21:45 h.

Visten camisetas con su nombre y el lema «Soy un punto de conexión 4G» y llevan con ellos un aparato de conexión a Internet que permite a los usuarios de un móvil o una tableta conectarse a la Red, en el entorno de un festival tecnológico y musical -South by Southwest- que se celebra en Austin (Texas), tras pagar una donación simbólica -se recomienda que sea de un mínimo de dos dólares por cada 15 minutos y puede abonarse también a través del sistema de pago por Internet PayPal-. Son personas sintecho que participan en un proyecto calificado de «caritativo» por la agencia de publicidad que lo promueve.

La iniciativa ya ha levantado ampollas y desatado la polémica en su país, ante lo que sus promotores han subrayado que no buscan «ningún beneficio comercial» sino poner sobre la mesa una problemática social. La agencia que promueve la campaña ha recoerdado que antes muchas personas compraban simbólicamente prensa de papel para dar una limosna a personas sin recursos, por lo que los puntos ambulantes de acceso a Internet son la evolución natural por la «proliferación de medios digitales».

Los creadores estudian exportar la fórmula a Nueva York, donde la agencia tiene su sede principal en Estados Unidos, y consideran la posibilidad de extender la misma iniciativa a ciudades de hasta 30 países. A pesar de que coincide con el festival tecnológico y musical que se desarrolla en Austin hasta el próximo domingo, la propuesta no está vinculada a la organización del evento, sino al laboratorio creativo de la agencia de publicidad.

El proyecto, titulado Homeless Hotspots (Puntos de conexión sintecho), también ha creado una página web donde pueden localizarse en un mapa los participantes que están ofreciendo conexión a Internet en el centro de Austin y conocer sus historias vitales.

Los críticos con el proyecto alegan, especialmente a través de las redes sociales y medios de comunicación, que el programa induce a la deshumanización y no asegura el seguimiento de los sintecho participantes en el experimento.