Francisco, al que alude, es el otro niño andaluz, de Málaga, que también espera, más tiempo aún que Lucía, recibir el tratamiento en el hospital de Santiago. Su familia aún no ha recibido una respuesta, pese a que su caso es más grave. Él ya recibía la leptina, pero lo hacía en Estados Unidos, hasta donde se desplazó en cuatro ocasiones. Ahora, en menos de un mes, se le acaba el suministro. «Aínda non sabemos nada do seu caso e non me consta que a petición de Andalucía chegase a Santiago», explica David Araújo, el responsable de la unidad de lipodistrofias encargada de suministrarles la leptina. La lucha para Yolanda Morales tampoco ha acabado. Ahora peleará por Francisco.