Las nubes pierden altura

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La NASA constata que en la última década se acercaron 40 metros a tierra

25 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El cielo, como temían los galos, probablemente nunca se caerá encima de nuestras cabezas, pero las nubes cada vez están más cerca del suelo. Al menos así ha ocurrido en la última de acuerdo con las mediciones realizadas por satélites de la NASA que han permitido determinar su altura y movimiento. En concreto, tanto cúmulos, como estratos, nimbos y cirros están ahora entre 30 y cuarenta metros más cerca de la Tierra que hace diez años.

La investigación, desarrollada por científicos de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y publicada en la revista científica Geophysical Research Letters, aporta algo más que una mera anécdota, ya que si se confirman los datos un descenso progresivo de las nubes conllevará implicaciones para el clima. En teoría, las nubes enfrían la atmósfera, por lo que si cada vez están más cerca de la tierra este efecto contribuirá a reducir el calentamiento global.

Es, de momento, una hipótesis porque los investigadores todavía desconocen por qué se ha producido este fenómeno y, sobre todo, si tendrá continuidad en el tiempo. ««No sabemos exactamente qué es lo que ha causado una reducción en la altura promedio de las nubes», explica el profesor Roger Davies, uno de los autores del estudio, aunque intuye que «la razón debe estar relacionada con un cambio en los patrones de circulación que regulan la formación de las nubes a gran altura». El científico admite que todavía no se tienen datos suficientes para determinar si lo que ha ocurrido en la última década -las mediciones se hicieron entre marzo del 200 y febrero del 2010- es algo puntual o si, por el contrario, constituye una tendencia. Para ello serán necesarios nuevos estudios, aunque «puede ser el indicio de algo importante», según Davies.

Hasta hace poco era imposible medir los cambios en las alturas de las nubes globales y comprender su contribución al cambio climático global. Desde 1999 ya se puede hacer gracias a un instrumento de la NASA que utiliza nueve cámaras a diferentes ángulos que producen imágenes de las nubes que rodean el planeta y que permiten conocer su altura y movimiento.