Aniversario agridulce para Glenn

andrés losada REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La NASA carece hoy de medios propios para poner un astronauta en órbita

21 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace ayer 50 años, John Glenn se convirtió en el primer astronauta de la NASA en entrar en órbita. Era el tercer hombre que lo lograba, tras los rusos Yuri Gagarin (el 12 de abril de 1961) y German Titov (6 de agosto del mismo año), pero en los albores de la era espacial ya se sabe que cada pequeño paso era «un gran salto para la humanidad». Antes que Glenn, sus compañeros del programa Mercury Alan Shepard y Gus Grissom habían realizado vuelos suborbitales, pero él consiguió dar tres vueltas a la Tierra durante 4 horas, 55 minutos y 23 segundos. Lo hizo a bordo de la nave Friendship-7 (Amistad-7), a una velocidad de 17.500 millas por hora.

La cápsula era del tamaño de un utilitario y el traje era una versión modificada del mono presurizado que llevaban los pilotos de la Armada, con una capa interior de neopreno y otra exterior de nylon aluminizado.

Después de Glenn volarían Scott Carpenter, Wally Schirra y Gordon Cooper, quien se convirtió en el último americano que viajó solo al espacio. La historia de todos ellos se recoge en la película Elegidos para la gloria (1979). Pero el aniversario de Glenn es agridulce porque, medio siglo después, la NASA carece de medios propios para poner un hombre en órbita; desde que el 1 de junio del 2011 el Endeavour puso fin a la era de los transbordadores, EE.UU. tiene que recurrir a la Soyuz rusa para llegar a la estación espacial.