Estrella nace para curar a Antonio

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Es el segundo bebé medicamento cuya sangre salvará a su hermano

14 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Estrella acaba de nacer, pero es la gran esperanza para salvar a su hermano. Antonio, de 5 años, padece una enfermedad genética hereditaria, la aplasia medular severa, una grave patología hematológica que provoca la desaparición de las células encargadas de la producción de sangre en la orina. Antonio, que recibe semanalmente transfusiones de sangre, solo tiene un opción para salvarse: su hermana, que se acaba de convertir en el segundo bebé nacido en España libre de una enfermedad genética hereditaria. La sangre de su cordón umbilical será la que se utilice para el trasplante que precisa su hermano, que se realizará dentro de un mes.

Estrella nació en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el mismo donde hace algo más de tres años se utilizó por primera vez la técnica de diagnóstico genético preimplantacional para concebir a un bebé cuya sangre fuera compatible con su hermano y que estuviera libre de la enfermedad genética. El primero fue Javier, que meses después logró curar con su cordón umbilical a su hermano Andrés. El procedimiento consiste, en esencia, en realizar un análisis genético a embriones obtenidos mediante fecundación in vitro para transferir al útero únicamente los sanos y libres de anomalías genéticas.

«Queríamos tener un hijo, y qué mejor momento que este, que le va a dar la vida a su hermano», explicó Melanie García Martos, la madre de Estrella en la presentación de su hija, en declaraciones recogidas por la agencia Efe.

El padre, Antonio Fuillerat, confía ahora en que el trasplante tenga éxito y que su hijo Antonio puede hacer una vida con normalidad, ya que hasta ahora «necesita muchos cuidados».

El director de la unidad de genética, reproducción y medicina fetal del hospital, Guillermo Antiñolo, rechazó que a los niños que nacen mediante este procedimiento se les llame bebés medicamento, porque «además de ser hijos deseados pueden ayudar a completar a sus hermanos un tratamiento que de otra manera no estaría disponible». A Antonio, el niño mayor de la pareja, no le quedaba otra solución que su hermana, ya que no se había encontrado a ningún donante compatible.

Lo avala la ley

Casos como el de Estrella o antes el de Javier son posibles gracias a la Ley de Reproducción Humana Asistida, aprobada en el 2006 y que en su momento fue cuestionada por la Iglesia. Ahora hay más en lista de espera.