Benedicto XVI tildó de «tragedia» los casos de abusos en un comunicado enviado a los participantes del simposio «Hacia la curación y la renovación»
06 feb 2012 . Actualizado a las 21:34 h.Benedicto XVI considera que la curación de las víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos deber ser «la preocupación prioritaria» de la comunidad cristiana, que tiene que ir unida a una «profunda renovación de la Iglesia en todos los niveles».
El pontífice así lo manifestó en el mensaje, hecho público por el Vaticano, que ha enviado a los participantes en el simposio «Hacia la curación y la renovación», contra la pederastia, que comenzó hoy en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y durará hasta el próximo día 9. «La curación de las víctimas debe ser una preocupación primordial en la comunidad cristiana y debe ir de la mano de una profunda renovación de la Iglesia en todos los niveles», señaló el Obispo de Roma, quien expresó que todo acto de caridad, «incluso hacia el más pequeño de nuestros hermanos, es un acto de caridad hacia Dios».
Benedicto XVI expresó su apoyo a los asistentes al simposio y les animó a «responder al reto de proporcionar a los niños y a los adultos vulnerables un ambiente propicio para su crecimiento espiritual».
El papa Ratzinger, que declaró «tolerancia cero» contra los clérigos pederastas, pidió a toda la Iglesia que promueva «una cultura vigorosa de eficaz salvaguardia y apoyo» contra los abusos sexuales a menores.
El simposio fue abierto hoy por el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (sucesora del viejo Santo Oficio), que se encarga de los casos de abusos, que hoy el papa calificó en su mensaje de «tragedia».
Al mismo asisten delegados provenientes de 110 conferencias episcopales de todo el mundo y los superiores generales de 30 órdenes religiosas y servirá para analizar la tutela por parte de la Iglesia Católica de los menores y adultos que sufrieron violencia sexual por parte de clérigos.
El Promotor de Justicia (fiscal) del Vaticano, el arzobispo Charles Scicluna, ha afirmado que con este simposio la Iglesia Católica quiere dar una respuesta global a los abusos contra menores y asegurar la mejor protección y tutela de los mismos. «Lo primero que hay que hacer es comprender bien el problema, el triste fenómeno de esos abusos sexuales, para actuar con determinación», señaló Scicluna, que subrayó que los abusos sexuales contra menores cometidos por eclesiásticos «no sólo son un pecado, sino un delito», y que la Iglesia tiene «el deber» de colaborar con el Estado para atajarlos.
Una irlandesa, Mariel Collins, que sufrió abusos sexuales por parte un clérigo de su país cuando era niña, hablará en nombre de las víctimas durante el simposio.
En los últimos años han sido denunciados cientos de casos de abusos contra menores en EEUU, Irlanda, Alemania, Bélgica, Austria, Italia, Australia, Malta y Holanda, entre otros países.