La estación espacial corrigió su órbita para evitar la basura cósmica.
14 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La sonda espacial Fobos Grunt es un borrón más -y van unos cuantos- en la moderna y problemática carrera espacial rusa. Orbita de manera descontrolada en el espacio desde que sus motores de propulsión fallaron tras el lanzamiento, el 8 de noviembre.
La agencia espacial rusa Roskosmos anuncia que la caída se producirá mañana, a media tarde, sobre el océano Atlántico, junto a Argentina. Pero si tenemos en cuenta que la institución databa unas horas antes la colisión en algún punto del Índico, no está muy claro que el país rioplatense vaya a ser finalmente su destino.
El experto ruso en temas espaciales Alexander Ilin afirmó en declaraciones a DPA que «no puede descartarse el peligro para las zonas pobladas» ante la caída de los restos de la sonda, si bien la mayor parte del aparato se desintegrará a su entrada en la atmósfera. «La sonda espacial, de unas 13,5 toneladas, será descuartizada por el calor», afirmó Ilin, para quien las materias tóxicas contenidas en el tanque y el cobalto radiactivo que transporta la nave se consumirán antes de llegar a la Tierra.
De todas formas, de las dos toneladas de metal que integran la sonda, unos 200 kilogramos son los que podrían caer sobre el planeta convertidos en escombros.
La Fobos Grunt, valorada en unos 120 millones de euros, debía llegar hasta Fobos, satélite de Marte. Transporta además colonias de Drosophila (moscas de la fruta) y bacterias, que se encuentran en cápsulas de titanio herméticamente selladas, y llama la atención que, pese a semejantes precauciones, el experto del Instituto de Problemas Biomédicos ruso Vladimir Syjov, afirme que no está previsto que estos organismos sobrevivan a la caída a la tierra, pero incluso si lo hicieran «no serían peligrosas para los seres humanos». Y algo parecido se ha dicho del cobalto radiactivo, que no supondrá un riesgo.
Pero todas esas afirmaciones de miembros del programa espacial ruso caen en el saco roto del descrédito generalizado de Roskosmos. El caos vivido con la Fobos Grunt ha sido definido como «la «serie de errores más grave en el programa espacial ruso en 50 años» por el exastronauta Vladimir Bugrov, de 78 años.
Cinco de los 32 despegues rusos del 2011 acabaron fracasando y provocaron graves pérdidas económicas y de prestigio al país.
Por otra parte, la estación espacial internacional corrigió ayer su órbita para evitar la colisión con un fragmento del satélite norteamericano Iridium-33, según un informe del Centro de Vuelos Espaciales ruso que recoge la agencia Efe.
La corrección de la órbita se hizo mediante los propulsores del módulo de servicio Zvezdá. Funcionaron durante 54 segundos e incrementaron la velocidad de la estación en 0,85 metros por segundo. La altura media de la estación se elevó hasta 1,5 kilómetros.