Doscientos millones de niños están en situación grave de desnutrición
12 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Si hoy por la mañana se levanta negativo, se mira al espejo y se lamenta, con o sin razón, de lo mal que está la cosa, piense que hay personas, personitas, a las que les va infinitamente peor. Doscientos millones de niños, cuatro veces la población total de España, están en situación grave de desnutrición. Paloma Escudero Pérez (Madrid, 1966), directora ejecutiva de Unicef España, acaba de presentar en Santiago la campaña Dona 1 Día (www.dona1dia.com), dirigida a gente como usted.
-¿Qué es «Dona 1 Día»?
-Es una forma muy sencilla de invitar a cualquier persona que viva en España a hacer algo muy concreto para luchar contra la desnutrición. La campaña se basa en un concepto muy claro: cada día cuenta para salvar la vida de un niño. Los mil primeros días de la vida de un niño son fundamentales: los nueve meses de embarazo más los dos primeros años de vida. Si garantizamos que la madre está bien alimentada y atendida durante el embarazo, cuando llegue el parto estarán más fuertes ella y el bebé.
-Y eso se soluciona con intervenciones concretas y baratas, pero para millones de personas...
-Tan concretas y tan baratas como el registro de nacimiento, que es gratis. Pero un niño registrado es alguien que ya no es invisible, que puede beneficiarse de un sistema de salud o de un sistema de educación. Enseñar a una madre a dar el pecho es muy barato. Hay países de África donde ni el 20 % de los niños son amamantados durante los primeros seis meses. Y hay muchas acciones puntuales, como garantizar que tomen sal yodada, vitamina A, que son vacunados convenientemente... A los niños que ya tienen seis meses y presentan desnutrición es muy importante garantizarles un tratamiento terapéutico que los pueda sacar de ese estado.
-Y ahí es donde se centra «Dona 1 Día»...
-Así es. Con el coste de un SMS [DIA al 28028], 1,20 euros que las operadoras telefónicas donan al cien por cien, se puede pagar el tratamiento diario para un niño severamente desnutrido. Les damos una especie de pasta de cacahuete con la que el niño recupera el aporte calórico que necesita para poder salir de la desnutrición crónica y pasar a otro estado. El concepto es tan sencillo como decir: tú, con un SMS, puedes donar un día de vida a un niño.
-¡Doscientos millones de niños desnutridos!
-Escalofriante. Lo que no te cabe en la cabeza es que en pleno siglo XXI hay alimentos suficientes para alimentar a toda la población a nivel mundial. Más grave es pensar que 7,8 millones de niños mueren cada año antes de cumplir los cinco años por causas totalmente evitables, un tercio por causas relacionadas con la desnutrición.
-¿Las aportaciones descienden con la crisis?
-La situación es muy compleja. Los programas que tenemos en 150 países de África y Asia demandan más fondos porque ha caído la ayuda oficial; por otro lado, no solo no ha caído el número de personas particulares y empresas que nos apoyan, sino que se ha incrementado. Este año alcanzaremos 275.000 socios. Sí es cierto que las aportaciones son menores. Mucho tiene que pasar para que alguien cancele un apoyo de este tipo.
-En lo personal, ¿la sensación de que el problema nunca se acaba no desmoraliza?
-Llevo muchos años dedicada a luchar. Las situaciones duras te animan a ir más allá. Se han producido tantos cambios en positivo, tantas quimeras que parecían imposibles...
-¿No se enfada con el género humano?
-Cuando encuentras una puerta cerrada, te cargas de razón y sigues luchando. Es cierto que, a veces, no resulta un trabajo fácil. En ocasiones llego a casa y me digo: «Madre mía, ¿cómo vamos a conseguir todo lo que necesitamos?». Pero trabajar en equipo motiva.