El CSIC desarrolla un autobús sin conductor para el tráfico urbano

Raúl Romar García
R. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El autocar adaptado por los investigadores fue fabricado en Ourense

06 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Imagínese un autobús urbano que se comunica con el resto de la flota en tiempo real para advertirle de cualquier obstáculo o incidencia en el camino y trazar rutas alternativas. Y que tampoco necesita conductor porque lo maneja un piloto automático. Aún no están en las calles de las ciudades, pero no hace falta que se lo imagine porque ya existe y acaba de ser presentado en Madrid.

Es un prototipo de vehículo automático creado por el Centro de Automática y Robótica del CSIC en colaboración con una empresa y la Universidad Politécnica de Madrid dentro del proyecto Guiade, una iniciativa que ha desarrollado un sistema de posicionamiento y conducción automática de vehículos de transporte público basado en la comunicación entre los automóviles y una central reguladora.

El objetivo último pasa por conseguir que un tráfico más eficiente y más seguro -aunque muy probablemente aún haya que esperar unos años para la nueva tecnología, que ha demostrado su eficacia- esté presente en las carreteras. «Nosotros lo que demostramos es que la implantación de esta tecnología es posible, ya que nuestro prototipo ha probado su eficacia y que funciona correctamente», explica la investigadora del CSIC Teresa de Pedro, quien también está convencida de la utilidad del sistema en escenarios de atascos o en otros donde se planten obstáculos en la ruta a seguir. «Igual -señala- no será de una implantación generalizada, porque a ver cómo convences también a la gente de que se monte en un autobús sin conductor, pero en determinadas situaciones sí puede resultar muy útil».

Las pruebas se han hecho en un autobús eléctrico real que fue adquirido por los investigadores a la empresa Con+Auto, ubicada en el polígono de Barreiros, en Ourense, que de esta manera participa también en una iniciativa pionera en España. Los científicos añadieron al autocar un computador, sistemas sensoriales y de comunicaciones.

Los sensores proporcionan información para diseñar un escenario de conducción que permita situar los vehículos sobre los mapas de la ruta que se quiere seguir. Los sistemas permiten que los vehículos se comuniquen entre ellos y con la central reguladora de la información para después actuar de forma coordinada. Para el prototipo se ha utilizado el estándar de comunicación Wimax.

¿Cómo funciona? Si el primer autobús detecta un atasco, una mancha de aceite en la ruta o incluso un socavón envía la información al instante al resto de la flota para que se pueda diseñar, si es preciso, una trayectoria alternativa.

«Con este trabajo queremos dotar a nuestras carreteras e infraestructuras de transporte de un sistema con mayor capacidad, más eficiente y seguro», destaca Teresa de Pedro. El sistema está pensado para el servicio de transporte público de autobuses en las ciudades, aunque «ofrece muchas posibilidades», concluye la investigadora.