Una campaña de seguimiento con GPS para estudiar su relación con el medio

La Voz

SOCIEDAD

29 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los dos años de trabajos llevados a cabo en los montes de Barbanza para localizar a las manadas de cánidos no estuvieron exentos de la utilización de tecnología. Esta actuación requirió técnicas avanzadas en el seguimiento y estudio de poblaciones animales, como es el empleo de tecnología GPS-GSM para estudiar la relación del lobo con el medio que lo rodea, o la aplicación de técnicas moleculares para conocer la diversidad genética de la especie o la incidencia de posibles factores de amenaza como la hibridación.

Los encargados de realizar este trabajo desvelan que dentro de las actuaciones del Plan de Xestión do Lobo se vienen desarrollando en los últimos años diversos estudios, con una base científica, acerca de la biología y ecología de la especie, así como su interacción con el hombre, fundamentalmente con el sector ganadero.

El mismo plan de gestión autonómico también prevé el abatimiento de ejemplares en aquellos lugares donde esté causando conflictos por los daños producidos a la especie, y asimismo cuando se detecten problemas de posible hibridación.

Este es el caso que se ha dado en los montes barbanzanos, en donde la contaminación que portan los integrantes de la manada híbrida se pretende que no siga mezclándose con la raza pura de lobo ibérico que desde siempre ha habitado en Galicia. La Dirección Xeral de Conservación da Natureza viene realizando estudios sobre esta población tradicionalmente asentada en todo el territorio gallego, desde hace varias décadas, si bien el mayor impulso ha sido en los últimos años, comenzando con el seguimiento de esta población entre el 1999 y el 2003.

Población repartida

Este rastreo, según apunta el equipo que lo ha llevado a cabo, era necesario y fue el punto de partida para muchas actuaciones y seguimientos de núcleos poblacionales a una escala más local, como ha sido el caso de Os Ancares, A Serra do Xistral, A Costa da Morte y la Sierra de Barbanza; espacios todos ellos donde Medio Rural ha confirmado que hasta la fecha no ha sido detectado ningún ejemplar de híbrido como en Barbanza.