Greenpeace bloquea el último tramo de transporte de residuos nucleares alemán

EFE

SOCIEDAD

Cuatro miembros de la organización ecologista lograron burlar el cordón de seguridad en torno a los 20 kilómetros de carretera y colocaron la furgoneta en mitad de la calzada.

28 nov 2011 . Actualizado a las 13:33 h.

El convoy de residuos nucleares destinado al depósito de Gorleben (norte de Alemania) quedó de nuevo bloqueado al colocar un grupo de activistas de Greenpeace una furgoneta en la carretera que lleva hasta el cementerio atómico.

Cuatro miembros de la organización ecologista lograron burlar el cordón de seguridad en torno a los 20 kilómetros de carretera y colocaron la furgoneta en mitad de la calzada, con el propósito de obstaculizar el máximo tiempo posible el paso del convoy.

Con ello reprodujeron el esquema de las acciones realizadas en ese mismo tramo en el anterior transporte de residuos a Gorleben, el año pasado, en que lograron retrasar durante horas el transporte con un bloqueo similar.

El convoy llegó a Dannenberg (norte de Alemania), a veinte kilómetros del depósito de Gorleben, la madrugada pasada tras sortear las reiteradas protestas de los activistas y a la espera de cubrir a lo largo del día el último tramo por carretera.

El transporte de los once contenedores «Castor», con 2.500 toneladas de residuos radiactivos, entró de madrugada en la estación de Dannenberg más de cien horas después de partir de la planta de reprocesamiento nuclear de La Hague (Francia), a 1.200 kilómetros.

Con ello terminó el trayecto ferroviario y se entró en la fase final, por carretera, tras un fin de semana marcado por sucesivos bloqueos de grupos de activistas.

Tres hombres y una mujer retrasaron la marcha del convoy durante casi quince horas el domingo, al encadenarse a un bloque en forma de pirámide en la vía y luego rellenarlo con cemento, hasta que la policía logró desmontar con sierras y taladradoras la construcción.

Anteriormente, un grupo de hasta 200 jóvenes, en su mayoría enmascarados, se enfrentaron con la policía en los bosques vecinos al trayecto ferroviario.

Durante todo el fin de semana, se reprodujeron las «sentadas» de activistas para obstaculizar el transporte, una en Hitzacker, localidad vecina al cementerio, y la otra en el propio Gorleben.

El convoy partió de Le Hague el jueves con los contenedores cargados de basura atómica procedente de centrales alemanas y procesada en esa planta francesa.

Las autoridades alemanas movilizaron un contingente de 20.000 policías para contener las protestas, que desde hace 20 años se reproducen en Alemania con cada transporte de residuos a Gorleben.

Las protestas de 2011 son las primeras tras la aprobación del «apagón» nuclear de la canciller federal, Angela Merkel, bajo el impacto de la catástrofe de la central atómica japonesa de Fukushima.