Este otoño-invierno, el equipo creativo de LOLA, la marca de maquillaje del grupo Persé, nos traslada a la Alemania de los treinta con su colección Berlin After Dark. Inspirada en la película Cabaret, Berlin After Dark ha sido pensada para una mujer fuerte y sin complejos. Recupera el eyeliner y las sombras oscuras, violeta y azul, para dar relevancia a la mirada a la vez que juega con el color de pómulos y labios.
La tendencia pasa por cuatro puntos: 1. Ojos dramáticos: Los ojos adquieren mayor protagonismo frente a unos labios naturales tratados básicamente con un bálsamo o un gloss para conseguir un efecto de hidratación. En las tonalidades de sombras se apuesta por la gama cromática fría: morados intensos, azules profundos, grises?
2. Ahumado con nuevos aires. El ahumado sigue reinando en las noches frías de fiesta pero con nuevos matices, el negro evoluciona y deja paso al gris y al azul combinados con colores y texturas más luminosas. El efecto sonrosado de los pómulos es muy natural y favorecedor, y los labios con un plus de hidratación dan un aspecto de confort al look.
3. Cejas con personalidad y definidas. Una parte esencial del maquillaje son las cejas; es el marco que define y da contorno a la mirada. Por ello no basta con cuidarlas y depilarlas. La tendencia de esta temporada presenta unas cejas muy definidas y estructuradas.
4. Recuperación de un clásico. El eyeliner vuelve con más fuerza que nunca para vestir la mirada. El clásico eyeliner negro sigue estando presente. Los nuevos tonos como el azul y el violeta llegan pisando fuerte, pues son colores que iluminan e intensifican la mirada.
VUELVE EL ROJO INTENSO
Desaparece el miedo al rojo intenso en todas sus variedades: desde el mate más aterciopelado hasta el efecto ultrabrillante vinilo.