Galicia revela los secretos de una necrópolis guineana

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un grupo del CSIC localiza el único cementerio prehistórico de África centrooccidental y saca a la luz extraños rituales

15 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace dos mil años, los indígenas que poblaban la pequeña isla de Corisco, en Guinea Ecuatorial, tenían una manera un tanto peculiar de enterrar a los muertos. Dejaban que el cadáver se pudriese en la selva y que lo fuesen devorando los animales salvajes. Meses después recuperaban los huesos y los collares y otros adornos del muerto, lo metían en un saco y lo enterraban en la arena. Un macabro ritual que fue dando forma a siniestras necrópolis.

Lo curioso es que la única constancia que hay en África centrooccidental de enterramientos colectivos de este tipo acaba de ser documentada por un grupo de investigación gallego, tras la localización y el estudio de una necrópolis de hace dos mil años en la isla de Corisco. Tiene una extensión de 50.000 metros cuadrados y es la mayor y más antigua de África central.

El grupo gallego del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) del CSIC, responsable de la investigación descubrió también que sobre esa primitiva necrópolis existe una segunda, de hace unos mil años, ya con enterramientos más convencionales, en una zanja excavada en el suelo y con el cadáver en posición longitudinal.

A esta segunda época corresponden restos de vasijas realizadas específicamente con fines funerarios. Los vivos consumían en ellas alcohol, seguramente licor de palma, durante el ritual. Todo el material hallado se está digitalizando ahora en Santiago.

Además de estos cementerios, se han localizado en la isla 30 yacimientos, desde aldeas primitivas hasta puertos comerciales europeos abandonados a principios del siglo XX.

En una segunda intervención en la isla, el equipo del CSIC excavará un fuerte esclavista portugués de la Compañía de Corisco, que llevó miles de esclavos a Brasil desde el siglo XVI hasta mediados del XIX. Eran capturados en el interior de Guinea y pertenecían a la tribu fang.