Cada país celebrarán de manera distinta el nuevo récord de explosión demográfica. Unos escogerán a un bebé cuyo nacimiento marque simbólicamente el suceso y otros organizarán festividades de lo más ecléctico. En Zambia, por ejemplo, se llevará a cabo un concurso musical y en Vietnam -recoge AFP-, un concierto titulado Siete mil millones de personas apoyándose mutuamente. En Rusia, las autoridades repartirán regalos a recién nacidos, mientras que en Costa de Marfil actores locales montarán un espectáculo alusivo al récord.
El 12 de octubre de 1999, la ONU designó a un recién nacido bosnio, Adnan Mevic, como el terrícola número seis mil millones. El entonces Secretario general de la ONU, Kofi Annan, fue fotografiado en un hospital de Sarajevo mientras sostenía a Mevic en sus brazos.
La familia de Mevic vive hoy en la más absoluta pobreza, lo que explica que este año no haya foto simbólica con el líder de la ONU para inmortalizar el nuevo récord demográfico. La organización no desea un nuevo patinazo y, por eso, desde el primer momento se ha mostrado reacia a participar en las distintas celebraciones previstas para hoy.
«No se trata de números. Se trata de personas», advierte Ban Ki-moon, que llevará este mismo mensaje al G-20, que se reunirá esta semana en el sur de Francia.