Un fósil de O Courel presenta afinidad con los de otras partes de Europa
21 oct 2011 . Actualizado a las 12:02 h.La secuenciación del ADN de los restos humanos más antiguos conocidos hasta ahora en Galicia -hallados a comienzos del 2010 en una cueva de la sierra de O Courel- está dando los primeros resultados, que indican que las poblaciones gallegas de finales del Paleolítico mostraban una afinidad genética con las de otras regiones de Europa. Lo mismo sucede con los fósiles de otros dos individuos de épocas prehistóricas mucho más recientes, descubiertos hace años en los yacimientos de Cova Eirós (Triacastela) y Pala do Rebolal (Rubiá), que están siendo estudiados dentro del mismo proyecto.
El estudio se halla todavía en una fase inicial y lo que se ha podido secuenciar por ahora son fragmentos del ADN mitocondrial, que se transmite únicamente por vía materna. Según indican los investigadores del Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña, el fósil de O Courel, de entre 8.000 y 9.000 años de antigüedad, presenta un haplotipo o combinación de genes de una variedad que hasta ahora no se había localizado en la Península, aunque sí estaba registrado en restos humanos prehistóricos de otras partes del continente. «Lo que sugiere este hallazgo es que los habitantes de Galicia en esa época no se diferenciaban de los del resto de Europa desde el punto de vista genético y que proceden de una difusión demográfica que se produjo aquí al mismo tiempo que en muchos otros lugares», apunta el director de la mencionada entidad, Juan Ramón Vidal Romaní.
El fósil de Triacastela, de unos 3.100 años, presenta un haplotipo neolítico que tampoco se había visto antes en yacimientos peninsulares de ese período, aunque sí en otras partes de Europa. El de Rubiá, de unos 5.400 años, tiene en cambio un haplotipo que ya había sido descrito en restos humanos de unos 3.000 años de antigüedad descubiertos en Cataluña.