Francisco Doce: «No puedes ser infeliz porque otros tengan un iPhone y tú no»

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

El presidente de los psiquiatras gallegos alerta sobre la banalización de la demanda psiquiátrica

11 oct 2011 . Actualizado a las 11:42 h.

En su consulta de la calle San Andrés entran personas que recuerdan a Melvin Udall (Jack Nicholson en Mejor... Imposible) que se dedican a ordenarle los objetos de su mesa mientras hablan. Al principio las observa y les deja hacer pero luego se lo impide: «Ya sé que está enfermo, pero se trata de que se cure de esa manía». Francisco Doce Feliz acaba de ser elegido presidente de la Asociación Gallega de Psiquiatría, que agrupa a 250 de los 300 profesionales que hay en Galicia, «quizá sea la más fuerte de todas las que hay en España».

-Lo de apellidarse Feliz y ser psiquiatra...

-¡No es márketing! Es un apellido de la zona de Valdeorras, de A Rúa. También he visto algunos en Asturias y León, donde hay un pueblo que se llama San Feliz de Babia.

-Cada vez se habla más de esa felicidad que no llega.

-Probablemente tenga que ver con las expectativas, con lo que esperamos de los demás y de nosotros mismos, con la capacidad de aceptación de nuestras circunstancias (aceptación no quiere decir resignación). El tema es que no puedes ser infeliz porque todos tus compañeros tengan un iPhone y tú no. La felicidad no puede estar en el tener, tiene que estar en el ser. Se construye a partir de la educación, del afecto, de la familia. Hay muchos que lo tienen muy fácil y por eso no son felices.

-¿No sabemos ser felices?

-No creo que el nivel de felicidad sea mayor en España que en África. Allí prima la supervivencia. No sé si la cultura del bienestar puede devenir en la cultura del malestar, pero eso casi es filosofía o psicología.

-¿Cómo estamos de la cabeza?

-Estamos como casi todos. Mejor que antes. La salud mental va aparejada al bienestar global. Hay un auge de las nuevas patologías: cada vez una menor tolerancia a la frustración, una menor tendencia al sacrificio o a aceptar el fracaso. Es extraño pero ahora puedes ver en consulta gente que viene por un desengaño amoroso que se convierte en una tragedia familiar, y hablo de un noviazgo a los 18-20 años. Una mala nota frustra a la gente por lo de la competitividad. Hay como un exceso de responsabilidad en algunos aspectos y por otro lado una infantilización. No somos responsables de nada, nos tiene que ser todo permitido.

-¿Por qué va tanta gente al psiquiatra?

-En el fondo no deja de ser nada más que una delegación de las responsabilidades que tiene cada uno. Si un hijo no estudia hay que llevarlo al psiquiatra y a lo mejor no se dan cuenta de que simplemente es un vago. A los padres les digo que prefiero un hijo vago a uno malo, aunque ser vago no es ninguna virtud. Delegan. Si tengo un problema en mi entorno de pareja, laboral o social tengo que ir al psiquiatra para culpabilizar a los demás, que se den cuenta de lo malito que estoy. En algunos aspectos puede haber una banalización de la demanda. En la psiquiatría se delegan cosas que no se deberían haber delegado. Cuando era un residente joven me vinieron a buscar para que le dijera a una familia que su pariente había muerto, cuando eso tiene que decirlo el médico.

-¿Hay mucha diferencia entre Galicia y otros lugares?

-No creo que existan diferencias significativas, puede ser en la expresión de la patología. Me decía un compañero de atención primaria que cuando le preguntaba a un paciente de la aldea qué tal iba, le respondía: «A peor non vou», lo que quería decir que iba fantástico. Eso es ya la idiosincrasia, la manera de expresar los sentimientos.

-¿La depresión es lo peor?

-Es una patología muy frecuente. Distinguiría la depresión de lo que dice la gente que está depre, que puede ser un bajón, un disgusto, una pena. La depresión es una enfermedad que no tiene que venir causada por factores externos, estos no son la causa, pueden ser el desencadenante. Un depresivo no disfruta de nada. Es la enfermedad que más sufrimiento causa y prueba de ello es que muchos de ellos llegan al suicidio.

-¿Tiene más incidencia con la actual crisis?

-No he notado mucho cambio, en los tiempos de crisis las patologías son mas coyunturales.

-¿Hay psiquiatras en paro?

-En la psiquiatría, igual que en la medicina, no hay paro desde que pusieron los numerus clausus. La mayor parte encuentran trabajo cuando salen.

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