Futuro incierto para la Monumental de Barcelona tras el fin de las corridas

EFE

SOCIEDAD

Los 10.000 metros cuadrados de suelo deberán dedicarse a usos culturales, deportivos o sociales, o a dependencias de la administración pública, ya que se deberá respetar la fachada y el interior del edificio, catalogados como patrimonio arquitectónico de la ciudad.

26 sep 2011 . Actualizado a las 21:10 h.

El futuro del edificio de la Monumental de Barcelona tardará en dilucidarse, ya que el propietario ha evitado hasta ahora desvelar sus planes y el ayuntamiento no considera prioritario dar un nuevo uso a la plaza que ayer acogió la última corrida de toros de Cataluña.

Las luces de la plaza de toros de Barcelona, que se apagaron anoche tras sacar a hombros a los tres diestros de la última corrida, tardarán en volver a encenderse, ya que el veto a los toros entrará en vigor el 1 de enero y este año no hay previstos más festejos taurinos en la Monumental.

Fuentes del consistorio han recordado que, «sea cual sea la decisión del propietario», deberá cumplir dos condiciones: respetar la fachada y el interior de este edificio, catalogados como patrimonio arquitectónico de la ciudad, y limitar su uso a los permitidos en la catalogación de equipamiento. En consecuencia, los 10.000 metros cuadrados de suelo que ocupa la Monumental deberán dedicarse a usos culturales, deportivos o sociales, o a dependencias de la administración pública.

El alcalde de Barcelona ya ha dicho en varias ocasiones que no tiene intención de recalificar el terreno porque la ciudad necesita equipamientos. Asimismo ha señalado que el futuro de la plaza «no es una prioridad», aunque el consistorio está abierto a debatir las propuestas que le lleguen de los propietarios.

Por su parte, la familia Balaña, propietaria de la plaza, mantiene silencio sobre el uso que pretende dar a la misma desde que el pasado verano se aprobó la prohibición de los toros, aunque ayer, en el fragor de la emotiva última lidia de la Monumental, Pedro Balañá sentenció lacónico: «Creo que en el 2012 habrá toros en Barcelona», según han confirmado fuentes de la empresa. De estas palabras se desprende que los propietarios están esperando que el Tribunal Constitucional resuelva el recurso presentado por el PP contra el veto a los toros.

No obstante, el alcalde de Barcelona sugirió la semana pasada que el Grupo Balañá no desvelaba sus planes porque, «si explica a qué quiere dedicar la plaza, la indemnización será más baja». Según el diputado del PPC Rafael Luna, la indemnización que la Generalitat deberá pagar a la familia Balañá y a los ganaderos y empresarios del sector asciende a una cifra comprendida entre los 300 y los 400 millones de euros. Es la suma de las entradas que la plaza dejará de vender en los próximos años, más el dinero que perderán los ganaderos, transportistas, empleados de la plaza y otros profesionales relacionados económicamente con la Monumental.

Fuentes de la Generalitat, sin embargo, han asegurado que «es rotundamente falso» que la indemnización sea tan alta, y el portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, ha recordado que el propio movimiento protaurino difundió un informe donde cifraba en cuatro millones de euros los ingresos obtenidos en el 2007, por lo que «resulta chocante» que se pidan ahora 400 millones de compensación.

Mientras los propietarios guardan silencio «en espera de lo que pueda pasar», políticos y vecinos han empezado a presentar ideas. Este es el caso de Xavier Vilalta, un arquitecto y vecino de la zona que ha presentado un proyecto arquitectónico destinado a convertir la Monumental en «un centro de referencia internacional de la sostenibilidad y el respeto a los animales». El Barcelona Ecological Centre, tal como lo ha bautizado Vilalta, acogería un centro de investigación, un recinto deportivo, un espacio de ocio, un bar y una tienda de productos biológicos. No obstante, este proyecto no es viable si el Ayuntamiento de Barcelona mantiene el nivel B que tiene actualmente la Monumental en el catálogo de patrimonio arquitectónico de la ciudad. Esta calificación no permite derribar el interior de la anilla, incluidos los tendidos, y obliga a dejar libre el espacio de la arena.

El concejal de ERC Jordi Portabella propuso hace tiempo trasladar el vecino mercadillo «dels Encants» al interior del coso, con el objetivo de dignificarlo como se hizo con el «marché aux Puces», de París. Esta propuesta ya fue desestimada, y han surgido rumores como que el emir de Dubai quiere convertir la Monumental en una mezquita. A pesar de que este rumor no tiene ninguna confirmación, el partido xenófobo Plataforma per Catalunya ha aprovechado el último fin de semana de toros en Barcelona para buscar apoyos entre los aficionados a la tauromaquia y ha repartido panfletos denunciando que las administraciones quieren convertir el coso taurino en un templo musulmán.

Lo único cierto es que la plaza está cerrada hasta nuevo aviso y que el Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a evitar que se deteriore por la falta de uso.