Suspenso en seguridad vial para los alumnos de entre 5 y 13 años

andrés losada REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

No cruzan por los pasos de cebra ni ven peligroso ir en bicicleta sin casco

17 sep 2011 . Actualizado a las 10:40 h.

Una encuesta realizada por la Fundación Mapfre suspende a los niños de entre 5 y 13 años, porque la mayoría no cruzan habitualmente por los pasos de cebra, no esperan ante los semáforos en rojo, juegan en la calzada o en los bordes de las aceras y salen del coche sin mirar alrededor. Según las conclusiones del estudio, al comparar los conocimientos sobre seguridad vial de los alumnos de segundo ciclo de primaria y los de secundaria se observa un buen nivel en lo referido a señales, comportamientos como peatones en ciudad y carretera y conducción de bicicletas. Sin embargo, se detecta un mayor número de respuestas incorrectas en el caso de los alumnos de secundaria. Por ejemplo, a la pregunta «¿para cruzar un paso de cebra solo hay que mirar en el sentido en que vienen los coches?», la mayoría de los niños de primaria responden no, mientras que los de secundaria desconocen la necesidad de comprobar ambos sentidos.

Una posible explicación a esta diferencia es que se dedique un menor número de horas a la seguridad vial en los proyectos educativos de secundaria, donde hay una mayor cantidad de asignaturas y de contenidos a trabajar por parte de los profesores. Los autores del informe se preguntan si «podría ser un reto abordar la seguridad vial en esta etapa desde una perspectiva interdisciplinar, introduciendo contenidos en otras áreas de conocimiento».

La mayoría de los alumnos no entienden la relación de los agentes de circulación con la salud: el tráfico y los accidentes no son vividos por los menores como un problema sanitario, cuando precisamente el asumir la siniestralidad vial desde este punto de vista es crucial para el desarrollo de conductas preventivas.

Otro de los errores es ver la bici como un objeto lúdico o un juguete únicamente y no entender que también se trata de un medio de transporte. Esto es particularmente importante, ya que «se olvidan los riesgos que su conducción implica y porque se pierde una oportunidad de trabajar actitudes y conductas de protección que más tarde se reflejarán en la conducción de ciclomotores o coches. Además, un porcentaje importante de encuestados no consideran peligroso circular en bicicleta sin utilizar el casco.

En cuanto a la velocidad, cabe destacar que es valorada como factor de riesgo principalmente por las niñas, en los dos niveles educativos analizados, lo que confirma que se trata de un valor asociado al rol masculino más que al femenino.

Muchos de los menores desconocen las señales, tanto las verticales (57 %) como las que proceden de los agentes (60 %). Respecto a las respuestas de las familias, la fundación expone la necesidad de que mejoren también en conocimientos y buenas prácticas, y considera preocupantes algunas de las informaciones que aportan los menores sobre la conducta de sus padres, como que al 75% a veces se les olvida abrocharse el cinturón de seguridad. El mismo porcentaje de padres no verían como un peligro conducir con exceso de velocidad, manipular el GPS y hablar por el móvil al volante.

Alumnos que aseguran no haber aprendido nada de seguridad vial en el colegio

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