La Virgen del Carmen se enrola

La Voz

SOCIEDAD

Emoción, música y oleaje en las animadas Festas do Mar

29 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A Carmen Rodríguez le ha dado la alegría de su vida su hijo Manuel Santiago. El Rivera Tercero se presentó para llevar la Virgen en la procesión marítima de Malpica y salió elegido en el sorteo. Por la tarde, el cerquero estaba hecho un pincel. Carmen y la florista se encargaron de engalanarlo con lirios y rosas blancas y naranjas. No se sabe lo que gastaron, pero sí que la cofradía ofrece una ayuda de 600 euros al barco que transporta la imagen.

Nadie hace cuentas en Malpica cuando se trata de la santa. Ni siquiera es posible saber cuántas personas podía haber observando el recorrido desde tierra. Desde hace unos años son muchos más los que miran desde el muelle o la playa. El miedo a una reclamación si hay un accidente hace que algunos barcos se queden amarrados y que otros solo permitan el acceso a familiares directos. El Rivera Tercero fue uno de los primeros hasta ayer.

Con la Virgen viajan las autoridades, la banda de música, que toca incluso agitada por las olas, y el párroco, además de los invitados del patrón del barco agraciado en el sorteo.

En otro buque, el José Alejandro va el pendón, un honor para el que este año se presentaron hasta ocho embarcaciones, porque la responsabilidad es bastante menor y no hay tanto trabajo.

En Malpica no hay ofrenda floral a los náufragos y la procesión es por la tarde. Eso distingue esta procesión y mantiene la tradición a pesar de que cada vez son menos los que se atreven seguir con una actividad que supone un enorme riesgo para vidas y economías.

cristina Viu

Una vez más, el recorrido tradicional de la procesión de las Festa do Mar de Malpica tuvo que recortarse a causa del mal tiempo. Antiguamente, se llegaba a las Sisargas e incluso se rodeaban, lo que suponía un itinerario de casi dos horas. Con el tiempo se ha reducido la ruta y se corren pocos riesgos, por lo que lo habitual es solamente acercarse a las islas.

Ayer no se pudo hacer ni eso porque se levantó el viento y la calma chicha de la mañana cambió notablemente. A las seis de la tarde, una vez abandonada la zona más abrigada, era bastante difícil mantenerse en pie sobre cubierta. A pesar de eso, como si se tratara de una película del Oeste, la banda no dejó de tocar.

No hubo problemas, pero sí alguna anécdota. El pendón, que viajaba en el cerquero José Alejandro, cayó al mar y tuvo que ser rescatado por los tripulantes de otro barco.

La comitiva salió del puerto a la hora prevista, poco después del final de la misa. La imagen fue transportada por todo el muelle hasta el Rivera Tercero y todos los participantes se hicieron a la mar entre el estruendo de las bocinas y los golpes de las olas contra los cascos.

El año que viene será otro el barco que lleve a la santa y otra familia tendrá el orgullo de haber embarcado a la patrona de los marineros.