La Estación Espacial Internacional podría quedarse sin tripulantes en noviembre

EFE

SOCIEDAD

Las naves con las que se llevan a cabo los cambios de tripulación utilizan unos cohetes similares al carguero ruso que se estrelló la semana pasada.

29 ago 2011 . Actualizado a las 22:56 h.

La estación Espacial Internacional (EEI) podría quedarse sin personal a bordo en noviembre, tras el accidente del carguero no tripulado ruso Progress, que se estrelló la semana pasada tras fallar su cohete propulsor, informó hoy un portavoz de la NASA. El problema es que las naves tripuladas Soyuz, con las que se hacen los cambios de tripulación, usan unos cohetes muy similares, por lo que si no se resuelve antes de esa fecha, los seis residentes habrán regresado en las dos Soyuz que están acopladas a modo de «salvavidas» en la EEI sin que hayan llegado sus relevos.

«Vamos a hacer lo que sea más seguro para la tripulación y para la estación espacial», que podría ser operado temporalmente desde la tierra, ha asegurado hoy el director del programa de la EEI de la NASA, Mike Suffredini.

El accidente ha obligado a reestructurar el calendario de lanzamientos, ya que las autoridades rusas suspendieron los de los cohetes portadores Soyuz y modificaron el calendario de vuelos hacia y desde la EEI. Estaba previsto que el 8 de septiembre volvieran a la Tierra tres de los seis tripulantes actuales del laboratorio espacial y los otros tres el 16 de noviembre. No obstante, su vuelta ha sido pospuesta hasta el 19 de septiembre, pues es la única oportunidad de aterrizar con luz del día en las estepas de Kazajistán en ese mes. De no ser posible entonces, la siguiente oportunidad ocurriría el 27 de octubre, diez días después de los seis meses establecidos de vida orbital de la Soyuz. Entre ambas misiones de regreso estaba en el calendario el lanzamiento el 22 de septiembre de otra nave rusa con los tres tripulantes de reemplazo del primer grupo pero ha sido pospuesto varias semanas.

Suffredini ha explicado que las autoridades rusas quieren asegurarse de que no hay un problema similar en los cohetes de las Soyuz y ha señalado que, si el fallo no se resuelve antes del 16 de noviembre y no es posible viajar con total seguridad a la EEI, el complejo espacial quedará temporalmente desalojado.

La estación espacial tiene actualmente dos de estas naves acopladas como medida de seguridad en caso de que sus tripulantes tuvieran que ser evacuados ante una emergencia. Otro de los problemas que ha señalado Suffredini es que las Soyuz están pensadas para estar un máximo de seis meses acopladas a la estación, por lo que el viaje de retorno del 16 de noviembre no se podría aplazar más.

La nave Progress M-12M se estrelló pocos minutos después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con cerca de tres toneladas de carga (alimentos, agua, oxígeno, combustible y equipos científicos) para la EEI. Si Roscosmos puede resolver el problema del cohete, la NASA quisiera que esa agencia espacial rusa lanzara la próxima nave Progress con un nuevo cargamento a mediados de octubre. Esta misión intermedia serviría a la NASA y a Roscosmos para asegurarse de que los cohetes están preparados y podrían mandar una Soyuz con nueva tripulación de reemplazo antes del 16 de noviembre.

Suffredini ha insistido en que a pesar de la pérdida de la carga, desde un punto de vista logístico la estación espacial «está en muy, muy buena forma». En julio pasado, el transbordador estadounidense Atlantis, con más capacidad de carga que las Soyuz, llevó toneladas de repuestos y comida, antes de que la NASA los retirara de funcionamiento. El accidente ha vuelto a destapar el debate sobre la conveniencia de la retirada de los transbordadores estadounidenses, ya que la NASA no tenía una nave preparada para su reemplazo y depende de las rusas para llegar a la EEI. Mientras, ha pasado el testigo al sector privado el diseño y la construcción del vehículo con el que en el futuro enviará tripulación y carga a la EEI.

La Estación Espacial Internacional es un proyecto de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 países y esta sería la primera vez que se quedara sin habitantes desde que llegó la primera tripulación en noviembre del 2000.