La embajadora en el Vaticano dice que el pontífice estaba muy agradecido
23 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El balance de la Jornada Mundial de la Juventud no puede ser más positivo para su principal defensor y promotor, Antonio María Rouco Varela. El presidente de la Conferencia Episcopal Española afirmó ayer en una entrevista radiofónica que «los peregrinos han demostrado mucho más que tolerancia». «Hemos dejado que el mundo vea la cara más amable de la juventud», precisó.
El cardenal arzobispo de Madrid reveló que el papa se emocionó «muchas veces» durante los cuatro días que permaneció en Madrid en el marco de la JMJ, «hasta casi llorar» en alguno de los actos, como fue cuando presenció la representación teatral del viacrucis, a la que, en principio, el pontífice no iba a asistir.
«Madrid ha tenido la oportunidad de conocer a Benedicto XVI de un modo muy original y singular», afirmó el prelado gallego, quien resaltó que habrá que volver sobre los discursos pronunciados por el obispo de Roma, ya que «son una suma de predicación, de anuncio de la palabra y de explicación a los jóvenes en torno a lo más esencial del tema, del lema y de la experiencia vivida».
El líder de la Iglesia católica española subrayó que la JMJ ha superado el listón con la forma de desarrollar los grandes actos centrales, «que cada vez son de menor superficialidad expresiva, con más soltura de vivencia y de toque profundo en el corazón y el alma de los jóvenes», precisó Rouco.
Satisfacción papal
Por su parte, la embajadora de España en el Vaticano, María Jesús Figa, que acompañó al pontífice en el avión que los llevaba de regreso a Roma, aseguró que el papa le había manifestado que quedó «satisfecho y agradecido por todo el esfuerzo que se ha hecho para organizar esta JMJ», que calificó de «magnífica», y en la «que todo el mundo había puesto lo mejor de su parte».
Figa resaltó que Benedicto XVI le había dado de nuevo las gracias por todo el esfuerzo que se había hecho y dijo que la satisfacción y el agradecimiento se extendía a todos los que le acompañaban.
Por otra parte, las cifras de beneficios ofrecidas el domingo por el presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, que los calculó en 160 millones de euros, fueron rebajadas hasta 53 por las organizaciones empresariales sectoriales del comercio, el transporte y los hoteles.
Asimismo, los comerciantes y los taxistas se quejaron porque sus ingresos apenas se incrementaron, a pesar de los cientos de miles de visitantes que llegaron a la ciudad.