«Belén Esteban es más popular que el presidente del Gobierno»

La Voz

SOCIEDAD

El representante del personaje más mediático de San Blas visitó Portosín

21 ago 2011 . Actualizado a las 12:34 h.

Era a principios de los noventa, y con la mayoría de edad recién cumplida, cuando Antonio Sanchís fundaba una irreverente y nutrida formación conocida como Los Inhumanos. Hoy, con 37 años, el proyecto en el que trabaja se llama La Banda del Capitán Canalla, que visitó Portosín el viernes para actuar en sus fiestas y leer ayer el pregón. Pero Sanchís alterna esta ocupación artística con la representación de algunos de los tertulianos más populares de los realities de la pequeña pantalla: Belén Esteban, Kiko Matamoros o Yola Berrocal, entre otros.

-Después del éxito de Inhumanos con temas como «Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000», ¿resulta difícil volver a dar un pelotazo como aquel en estos tiempos?

-Es complicado pero no imposible. Bicho malo pillé o A por ellos son temas que la gente aceptó. Cuando el pueblo canta una canción es cuando se puede hablar de éxito.

-En el caso de su actual grupo, la apuesta no es un elepé, sino un sencillo.

-Hoy en día y con la crisis que hay en la música, ya no es rentable hacer discos y se hacen singles esperando que triunfen con diferentes campañas promocionales.

-Parece claro que un buen gancho es su oficio de representante, ya que así es como aparece anunciado su nombre en la cartelería de fiestas, junto al de Belén Esteban.

-Es un reclamo. Mi primera profesión ahora es la de representante y en cartera tengo a gente como Belén Esteban, Kiko Matamoros, Yola Berrocal o Rafa Mora.

-¿Cómo empezó su relación profesional con Belén Esteban?

-En Tenerife, en unos carnavales muy polémicos en los que me pidieron que solucionase un problema y todo salió bien al localizar a Belén. Luego ella me llamó para que la representara y apostamos por un nuevo programa que hoy todos conocemos como Sálvame. Además de representante, soy su mejor amigo y de su familia.

-¿Cuál es la diferencia entre la Belén Esteban de la calle y la que sale en televisión?

-Es la misma persona y creo que ese es su éxito. Belén Esteban vive los problemas de la gente de la calle: tiene dos hermanos en el paro y su madre cobra una pensión ridícula. Por eso, a través de la televisión expresa lo que siente el pueblo y lo que le transmiten los demás. Belén Esteban no es la princesa del pueblo, es la voz de todos. Es una mujer muy generosa a la que a veces hay que avisar para que controle, pero a ella le da igual y en ocasiones eso hace que se lleve algunos bofetones. Es más popular que el presidente del Gobierno y cualquier cosa que hace lo saben a los cinco minutos todas las agencias, ya que la siguen al día siete u ocho paparazis.

javier romero

Parte del gran éxito de la conocida como princesa del pueblo llegó de la mano del programa Sálvame, un espacio televisivo que triunfa en audiencias y que se afianza en la parrilla cada temporada.

-¿Hasta qué punto la fama condiciona la vida de Belén Esteban y su familia?

-Belén quiere mucho a los suyos. Es una defensora incansable de su hija y de su madre, pero sí que es cierto que a veces es difícil de compaginar. En Navidad, para poder ver la iluminación de la calle tranquila y con su hija tiene que coger un taxi.

-¿Supongo que «Sálvame» será para usted de lo mejor que le ha pasado?

-Si las cadenas viesen que saturan con los realities reducirían horas de emisión. Sálvame es como la vida real y es donde se pueden ver los problemas que tiene la gente normal, donde se dicen las cosas a la cara y los protagonistas se han convertido en los propios colaboradores. Es diferente, y para muchos, basura, pero para otros es el mejor programa. Al final el resultado es que son líderes de audiencia todas las tardes, y eso es lo que les importa a la cadena y a la productora. Siempre está la opción de cambiar de cadena. Telecinco es líder en entretenimiento por la mañana, por la tarde y por la noche. Si viesen que saturan, reducirían el horario. Incluso hay gente que me dice que se ha quedado con ganas de más.