Incertidumbre tras el fin de la era de los transbordadores

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Cuando el Atlantis aterrizó en Florida con sus cuatro ocupantes a bordo se abrió el período más incierto para la exploración espacial de los últimos 50 años.

22 jul 2011 . Actualizado a las 09:58 h.

Tras treinta años, ayer acabó definitivamente la era de los transbordadores espaciales. Y cuando el Atlantis aterrizó en Florida con sus cuatro ocupantes a bordo se abrió el período más incierto para la exploración espacial de los últimos 50 años.

En el siglo pasado, primero con los cohetes y luego con los transbordadores, la agencia espacial estadounidense, y durante un tiempo también la Unión Soviética, llevaron adelante programas definidos para ir al espacio. Ahora solo existe un vago proyecto de construir una nave capaz de llevar humanos a un asteroide y más tarde a Marte, pero que está muy lejos de ser concreto. Y eso se ve en el número de trabajadores de la sede del programa de transbordadores, el centro espacial Kennedy: en los momentos clave del programa trabajaban allí 18.000 personas, con el fin del programa quedarán 7.500. La valoración de la apuesta espacial que ahora termina es mixta. Los transbordadores costaron 136.000 millones de euros, más del doble del presupuesto inicial, y provocaron la muerte de catorce astronautas en los dos accidentes que se han producido; pero gracias a estos vehículos se pudo construir la estación espacial internacional, lanzar y reparar el telescopio Hubble o poner en órbita decenas de satélites civiles y militares.