Diana cumpliría hoy 50 años

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Gran Bretaña reivindica su labor humanitaria

01 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El 50.º cumpleaños de la princesa Diana de Gales, que se celebra hoy, ha sido motivo de dos visiones muy distintas según la orilla del Atlántico en la que se vive. En Estados Unidos la ocasión ha servido para conjeturar cuál hubiera sido el look de Diana a los cincuenta años, incluso para retomar la tan manida conspiración de que la princesa no murió en París el 31 de agosto de 1997. El semanario Newsweek realizaba un fotomontaje en su portada para mostrar una Diana tal como se supone que sería con 50 años, adicta al bótox, con una cuenta en Twitter con diez millones de seguidores y caminando elegante como lo fue en vida, al lado de su nuera, la duquesa de Cambridge.

La Ana Bolena del siglo XX

En Europa, sin embargo, y en particular en el Reino Unido el cumpleaños póstumo ha servido para recordar su herencia, sus importantes logros; en definitiva, para homenajear su vida.

Diana Spencer, la Ana Bolena de la modernidad, nació dos veces, una el 1 de julio de 1961 y otra en noviembre de 1977, cuando conoció por primera vez a Carlos, hijo de Isabel II y heredero directo al trono de Inglaterra. Luego llegó su boda, el 29 de julio de 1981; el nacimiento de sus dos hijos, Guillermo, en 1982, y Enrique, en 1984, y tan solo dos años más tarde darían comienzo los rumores de desavenencias en la pareja, de que algo no iba bien, hasta que en 1992, al término de un annus horribilis, el entonces primer ministro, John Major, anunció la separación amistosa de Carlos y Diana, tras unos años tormentosos con infidelidades de por medio.

En 1996 se selló la bochornosa conclusión a un cuento de hadas con el divorcio entre ambos, y a primeros de agosto de 1997 salió a la luz la relación de Diana con el empresario de origen egipcio Dodi al Fayed, hijo del millonario Mohamed al Fayed, dueño de los grandes almacenes Harrod?s.

Si la vida de Ana Bolena finalizó con un hacha segando su cuello, la de Diana finalizó también de una manera violenta. La madrugada del 31 de agosto de 1997, Diana fallecía en París tras sufrir un accidente de tráfico en el túnel de la plaza de Alma, poco después de la medianoche. El coche en el que viajaban la princesa y su novio, Dodi -algunos hablaban de prometido-, colisionó a 196 kilómetros por hora contra uno de los pilares del túnel cuando, al parecer, trataba de eludir a unos paparazis.

Cercana

Dejando a un lado su importante labor de caridad y ayuda a los desfavorecidos y a las víctimas de las minas antipersona y enfermos de sida, la mayor aportación de Diana a la monarquía británica fue su deseo, continuado por su hijo y futuro rey de Inglaterra en su boda hace unos meses, de acercar la monarquía a su pueblo, tras siglos de pomposo alejamiento. Diana fue bautizada dos veces, una como Diana, y otra, ya fallecida y por parte del primer ministro del momento, Tony Blair, como la princesa del pueblo.

Hoy cumple 50, y cumplirá 100 y 200 años, y en la historia británica quedará en el recuerdo de esa princesa elegante y esbelta, rubia y educada, que logró cambiar la monarquía, una princesa cuya muerte llevó un dolor inimaginable a su pueblo. Ahora queda por dilucidar qué papel le depara a su sucesora, una Kate que, según coinciden quienes conocieron a ambas, encajaría como un guante en la personalidad de esta mujer que levanta pasiones encontradas en todo el mundo.

un aniversario que se recuerda en medio mundo