Las playas gallegas retrocederán quince metros en cuarenta años

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un informe oficial revela que también aumentará la cota de inundación

13 nov 2019 . Actualizado a las 21:19 h.

La línea de costa de Galicia retrocede por el empuje del incremento del nivel del mar a causa del cambio climático. Es más, la comunidad es, junto con otras de la cornisa cantábrica, la más afectada por un fenómeno que va en aumento y que a mediados de este siglo amenaza con hacer retroceder en más de quince metros la línea actual de las playas. Esta es una de las conclusiones que se recoge en el informe Biodiversidad en España. Base de la sostenibilidad ante el cambio global, un amplio y detallado documento elaborado y presentado ayer por el Observatorio de la Sostenibilidad en España, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino.

«Este retroceso en la línea de costa -recoge la investigación- redunda en un descenso de la superficie de playa seca útil y, por tanto, en una reducción de la defensa natural de la costa y pérdida de la superficie para uso recreativo».

Dentro del actual escenario de cambio climático, Galicia es también la comunidad con mayor aumento de cota de inundación, producida tanto por el aumento de las mareas como de la cota de ola significante. Mientras que en el Mediterráneo se llegará en el 2050 a una cota de inundación de unos veinte centímetros, en Galicia y las islas Canarias se pueden alcanzar valores de hasta 25 centímetros. «Estos aumentos en la cota de inundación -señala el informe- conllevan un incremento del riesgo de que se produzcan daños y pérdidas económicas por episodios de inundación».

Otra de las variables analizadas en las que Galicia no sale bien parada es en lo que se refiere a la pérdida de condiciones climáticas favorables para un conjunto de 96 especies de vertebrados. En el conjunto de España, este problema afectará a un 13% de la superficie, lo que obligará a las especies que vivan en estas áreas a trasladarse a otras o, directamente, a desaparecer. Esta pérdida será más acentuada en espacios como el sistema central, Sierra Morena y los Picos de Europa, así como en el sur de Galicia y el norte de Zamora.

El trabajo también examina las medidas adoptadas por las comunidades para hacer frente a la pérdida de biodiversidad. En el caso concreto de la protección de especies, Galicia también se sitúa a la cola. Según el informe, de los 88 planes que tenía que haber elaborado para la conservación de especies amenazadas, solo ha hecho uno, el destinado al oso pardo.

La peor situación, sin embargo, se produce en Murcia y Madrid, donde después de veinte años de haber sido aprobado el primer catálogo de especies amenazadas no han ejecutado todavía ningún programa de conservación.