Guillermo y Kate completan con éxito en Westminster el ensayo general de la boda

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Todo está listo para celebrar la que ha sido llamada en Inglaterra la boda del siglo.

28 abr 2011 . Actualizado a las 09:58 h.

El príncipe Guillermo y su prometida, Kate Middleton, se reunieron ayer en Londres para realizar por la tarde el último ensayo de la ceremonia nupcial que mañana será seguida en directo por unos 2.000 millones de personas en todo el mundo. Durante la madrugada del miércoles cientos de soldados tomaron parte en el ensayo general por las calles de Londres. Según la casa real, obtuvieron la máxima nota. Por tanto, todo está a punto para la ceremonia, nada ha quedado a la improvisación.

A primera hora de la mañana, Kate viajó en compañía de su familia desde Bucklebury, en el condado de Berkshire, donde tienen su casa los padres de la novia, hasta el londinense The Goring Hotel, de cinco estrellas, en el que se alojará el clan Middleton hasta mañana y de donde partirá Kate hacia la abadía de Westminster.

A primera hora de la tarde, los novios se reunieron con el deán de la abadía, John Robert Hall, en Clarence House para establecer los últimos detalles de la ceremonia. Hall será la primera persona que reciba mañana a Kate cuando llegue a la abadía acompañada de su padre, Michael.

Junto a la familia de Kate también se vio en las puertas del hotel una furgoneta en la que se transportaba la vestimenta de Kate para los próximos días, todo ello enfundado en bolsas. Una de las fundas era especialmente larga, lo que hacía suponer que en su interior se encontraba el traje de boda.

Árboles y flores

Todo está listo para celebrar la que ha sido llamada en Inglaterra la boda del siglo. En la madrugada del miércoles tuvo lugar un ensayo general que se inició a las 4.30 y que duró dos horas, ensayo en el que se movilizaron miembros de los tres ejércitos vestidos de uniforme en el recorrido entre la abadía y el palacio de Buckingham.

Mientras, ayer por la mañana llegaron los ocho árboles (seis arces y dos ojaranzos, uno de ellos de seis metros de altura) que adornarán el interior de la abadía, así como las flores procedentes del bosque del Valley Gardens, en Windsor Great Park. Kate está interesada en el lenguaje de las flores, que en la era victoriana eran utilizadas por los amantes para enviarse mensajes codificados.