La vegetación se acumula para cuando se necesita, pero no debería retirarse toda

La Voz

SOCIEDAD

05 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La ventaja de quemar partes vegetales muertas y restos de cortas, podas y clareos, está en que todo ello es almacenable, al contrario que el viento en la eólica. Aunque, como puntualiza Xiana Perales, del departamento de biomasa de Adelanta, «viento o agua de las hidroeléctricas son gratuitos, pero la biomasa tiene el coste de retirarla y transportarla hasta la planta».

Esta empresa quiere abrir en el 2014 una central de biomasa de 10 megavatios en Barro-Meis (Pontevedra) bajo el nombre Montelimpo S.L. y aprovechará restos de eucalipto y pino, pero nació con las minicentrales hidráulicas y explota parques eólicos en España y Brasil. Su plan de biomasa sale adelante al caerse del proyecto la central de biomasa de Ence en Pontevedra, aunque esta empresa casi iguala en Navia, con 77 megavatios instalados, la potencia de todas las pequeñas centrales concedidas: Mazaricos, Viveiro, Curtis, Vilalba, Cervantes, Forcarei, A Pobra de Brollón, Ribadavia, Ponteareas, Verín, A Veiga y Barro-Meis. Adelanta tiene más avanzado su plan de Monçao, (Viana do Castelo), de 7,70 megavatios, y abrirá otra de 6,6 megavatios en Salamanca.

La ciencia de un negocio

Las primeras experiencias para explotar biomasa forestal en Galicia fueron poco alentadoras y corren malos tiempos para las primas a las renovables. Incluso hay opiniones de que es un negocio sostenible pero muy condicionado al apoyo institucional y a la evolución del precio del petróleo. Solo si sube mucho sería rentable. Otras alertas señalan que hay montes gallegos, sobre todo eucaliptales y pinares, que se dejan tan desnudos de biomasa que se podría reducir la fertilidad del suelo, como han demostrado estudios recientes en la Escola Politécnica Superior de Lugo. El gusto de los propietarios porque el maderista les deje «la finca limpia» para plantar lleva a retirar hasta hojarasca y ramas finas, un mantillo que en descomposición restituye los nutrientes al monte. Es un error regalarlo todo para biomasa, aseguran distintas voces que recomiendan dejar sobre la tierra ramas y copas trituradas de los árboles, o establecer programas de fertilización para compensar la extracción de nutrientes como fósforo, potasio, magnesio o nitrógeno.