España lidera la técnica del diagnóstico genético embrionario

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Pajín destaca el caso del bebé nacido sin el gen del cáncer de mama

18 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La ministra de Sanidad comentó ayer que el nacimiento de un bebé que no transmitirá el gen mutado que provoca el cáncer de mama demuestra que España «apuesta por la vanguardia, la investigación y la ciencia», y deja patente lo que es capaz de conseguir, según recogió la agencia Efe. Y es que ayer se presentó en Barcelona el primer bebé español -y segundo de Europa- nacido a la carta para evitar no ya el padecimiento seguro de una enfermedad -de esos hay decenas en España-, sino la alta probabilidad de sufrirla y/o transmitirla.

Se da el caso, además, de que se trata de un varón y el cáncer en cuestión es de mama, pero es que la selección de embriones se hizo en función de un gen mutado -ubicado en el cromosoma 17- y no en función del sexo. El nacimiento se produjo por el trabajo de la Fundación Puigvert y el Hospital de Sant Pau, en Barcelona, y estaba autorizado por la Comisión Nacional de Reproducción Humana desde el 2009.

El problema de la familia es que la mujer es portadora de la mutación del gen BRCA1, que dispara el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario. Sus hijos tendrían un 50% de posibilidades de llevar esa mutación y por eso precisamente se sometió al análisis genético de los preembriones, el llamado diagnóstico genético preimplantacional (DGP).

El proceso supone analizar los preembriones de tres días y ocho células -ver gráfico- para comprobar si tienen la citada mutación. En este caso, se pudieron fecundar nueve preembriones y, de estos, siete tenían la mutación; por tanto, se transfirieron a la mujer los dos restantes -si hubiesen sido más se congelarían- y fruto de ello tuvo a un hijo, un varón sano, el pasado mes de diciembre.

Teresa Ramón y Cajal, oncóloga y asesora de cáncer hereditario y familiar del hospital de Sant Pau, explicó que el gen BRCA1 lo tiene todo el mundo en el cromosoma 17, porque facilita la estabilidad genómica, pero si se altera y no funciona correctamente muta y precipita eventos moleculares que finalizan con la aparición de tumores cancerosos.