Muere la periodista madrileña Susana Olmo

Colpisa

SOCIEDAD

Autora de numerosas páginas de La Voz de Galicia, ha fallecido de un cáncer a los 60 años en Madrid.

02 feb 2011 . Actualizado a las 16:48 h.

Susana Olmo García del Real, periodista y excepcional testigo de la política española durante las últimas tres décadas, falleció este martes en Madrid a los 60 años. Víctima de un cáncer de pulmón, al que se enfrentó con entereza y sin eufemismos, desarrolló la casi totalidad de su carrera en la agencia COLPISA, en la que ingresó al comienzo de la Transición. La capilla ardiente con sus restos quedó instalada en la tarde del martes el Cementerio de la Paz en la localidad madrileña de Tres Cantos, donde se procederá a su incineración el miércoles.

Nacida en Madrid el veinte de junio de 1950, alumna del colegio Estudio, se formó en la Escuela Oficial de Periodismo. Tras un período de prácticas en televisión española, la revista Miss le ofreció su primer empleo a mediados de los setenta. De allí pasó a la recién creada agencia COLPISA integrándose en el equipo conformado por su primer director, Manuel Leguineche en 1977. Desde entonces su firma apareció en numerosas páginas de La Voz de Galicia.

A dos años de la muerte de Franco, España reescribía su historia y la política se vivía con una pasión desconocida. Una historia que Susana Olmo contribuiría a reflejar con sus crónicas parlamentarias, su seguimiento puntual de la actualidad política y sus entrevistas a los protagonistas de aquel tiempo histórico. En aquella primera COLPISA compartió Susana escritorio e inquietudes profesionales con Amalia Sánchez Sampedro, Pilar Cernuda, Juanjo Paradinas, Mariano Guindal y María Jesús Arroyo.

El Parlamento se convirtió pronto en su segunda casa. Allí coincidieron un grupo de jóvenes y entusiastas informadoras que inauguraron un nuevo modo de contar la política. Quien quisiera saber qué se cocía en el hemiciclo, en los pasillos y despachos del caserón de la Carrera de San Jerónimo en el que se había proclamado Jefe del Estado a Juan Carlos I, y se había gestado la Constitución de 1978 debía leer las crónicas de Susana Olmo y de compañeras como Victoria Prego, Mercedes Jansa, Julia Navarro, Karmentxu Marín, María Antonia Iglesias, Anabel Díez y Marisa Donoso.

Como cronista política vivió en el hemiciclo el asalto de Tejero el 23 de febrero de 1981. Rehén de los golpistas junto a muchos de sus compañeros, siempre guardó una esquirla desprendida del techo de la cámara tiroteado por los guardias civiles en el día en que se votaba la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, a quien le unía un lejano parentesco. Vivió también en primera línea los históricos cambios que se sucedieron a partir de ese momento, con el ascenso al poder de Felipe González.