El presidente de la academia de cine, Álex de la Iglesia, se mantendrá en su cargo hasta que se celebren, antes de tres meses, elecciones para designar a la nueva directiva de la institución.
Así se decidió ayer tras una reunión de la entidad aunque el propio De la Iglesia reconoció al salir de esta que cometió un error al dimitir antes de informar al organismo: «Soy una persona bastante impulsiva y me ha faltado discreción, pero quiero seguir diciendo lo que pienso y por eso dejo la Academia». La propia vicepresidenta de la entidad, la también directora Icíar Bollaín, aseguraba en la misma rueda de prensa que su todavía jefe se merecía un «tirón de orejas» por haber criticado la ley Sinde antes de reunir a la directiva de la Academia y consensuar la postura.