Reivindicó «una excepción» de la Ley Antitabaco para los locales de ocio nocturno o, de lo contrario, «que pongan medios, como policías en la calle», para que cuando se requiera su presencia por una infracción de este tipo, acudan «de inmediato», si bien es consciente de que eso en la práctica es «imposible».
Otra de las quejas del sector de los hosteleros del ocio nocturno de Vigo es la dificultad de mediar entre clientes que discuten porque alguien «con dos copas de más» enciende un pitillo y es increpado por ello. «Ahora tenemos que hacer de policías», se quejó Manuel Bueno, quien habló de «situaciones de tensión» que el Gobierno, con la nueva Ley Antitabaco «nos ha trasladado», y que cree serán inevitables durante «un periodo de transición».