El Papa denuncia la falta de libertad religiosa en China y anima a resistir

Juan Lara CIUDAD DEL VATICANO/EFE.

SOCIEDAD

26 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El papa Benedicto XVI denunció ayer la falta de libertad religiosa en China, expresó su preocupación por los afectados por los desastres naturales en Haití, Colombia, Venezuela, Guatemala y Costa Rica, e hizo votos para que se impulse el diálogo entre este último país y Nicaragua.

Ante varios miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano en una mañana lluviosa, el Pontífice pronunció el tradicional mensaje de Navidad, con la mirada puesta, especialmente, en América Latina, donde las incesantes lluvias en varios países han causado ya numerosos muertos, y en Haití, donde sus habitantes aún sufren las consecuencias del terremoto y de la epidemia de cólera.

En este día de Navidad, el obispo de Roma exhortó a los líderes políticos y religiosos del mundo a comprometerse «por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos» y una vez más expresó su preocupación por Tierra Santa.

Alivio del dolor

«¡Que la luz de la Navidad resplandezca de nuevo en aquella tierra donde Jesús ha nacido e inspire a israelíes y palestinos a buscar una convivencia justa y pacífica!», manifestó el Pontífice, quien abogó porque el anuncio de la llegada de Jesús «alivie el dolor y conforte en las pruebas a los cristianos en Irak y en todo Oriente Medio, dándoles aliento y esperanza». En los últimos tiempos los cristianos están en el punto de mira del terrorismo en Irak y el 31 de octubre en un atentado contra la catedral sirio-católica de Bagdad fueron asesinados dos sacerdotes y más de cincuenta fieles.

Benedicto XVI denunció recientemente «con dolor» que los cristianos son ahora el grupo religioso que sufre el mayor número de persecuciones.

El Santo Padre también animó a los gobernantes de las naciones a una solidaridad «efectiva» con esas poblaciones y pidió «que se haga lo mismo» con los que todavía sufren por las consecuencias del terremoto devastador y la reciente epidemia de cólera en Haití.

Pocos días después de que el Vaticano acusara a China de dañar el diálogo y de gestos «hostiles» por haber promovido el Gobierno comunista de Pekín una asamblea de obispos sin el permiso de Roma y haberse ordenado un prelado sin el visto bueno del Papa, Benedicto XVI pidió ayer a los católicos chinos «fe, paciencia y fortaleza».

El obispo de Roma les exhortó a «no desanimarse ante las limitaciones a su libertad de religión y conciencia» y a mantener viva la llama de la esperanza.