Familias gallegas que dan clase a sus hijos en casa continuarán haciéndolo

María Cedrón REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

Dicen que el fallo del Constitucional que obliga a dos parejas a escolarizar solo afecta a esos casos concretos

26 dic 2010 . Actualizado a las 02:06 h.

«En estos momentos estamos esperando a ver qué pasa, aunque la sentencia, que todavía es un borrador, del Tribunal Constitucional no ha provocado que cambiemos la opción que hemos elegido para educar y de repente escolaricemos». Para Marta García, una madre de la localidad coruñesa de Sada que da clases a sus hijos en casa, el dictamen del alto tribunal que deniega a unos padres la potestad de dar clase a sus hijos en el hogar es únicamente una sentencia que afecta a dos casos concretos. Por tanto, añade, no tendría por qué repercutir en la treintena de familias que en Galicia han elegido este camino educativo. «Me consta que hay más en la comunidad, pero esas son las que conocemos en la Asociación para a Libre Educación», dice esta madre, que es a la vez vicepresidenta de ese colectivo.

La polémica latente sobre este asunto despertó de su letargo a mediados de este mes, cuando una sentencia del Tribunal Constitucional desestimó el recurso de amparo interpuesto por dos parejas de Málaga que no escolarizaban a sus hijos. Tras la intervención de la Fiscalía, un juzgado de Coín había ordenado que llevaran al colegio a los pequeños. Estos hablaban varios idiomas y recibían clases de diferentes materias, como ciencias, ética o matemáticas. La diferencia es que en lugar de hacerlo en el aula, las recibían en el hogar.

Toda la publicidad que se le ha dado a ese caso, explica Marta, ha provocado que en algunos hogares exista cierto miedo a lo que pueda ocurrir. Con todo, apunta que «hay otras sentencias, incluso una del Constitucional de 1992, que dan la razón a los padres». Y añade también que hay otros muchos dictámenes en los que, tras una denuncia por abandono, el juez acaba dando la razón a los progenitores porque acaba comprobandose que no hay tal abandono del que se habla.

El problema está, como indican muchas de estas familias, en que el método no está regulado en España como ocurre en otros países europeos o en Estados Unidos. El vacío legal es lo que hace que muchas de ellas tengan que acabar pasando por los tribunales. Y piden que se aclare esta vía cuanto antes, ya que «la Constitución asegura que hay en España libertad de enseñanza». Esta semana, varios colectivos, entre ellos Paidea, manifestaron su apoyo a esta vía.