La familia real kuwaití ficha a un pastelero coruñés

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA |

SOCIEDAD

Pablo Morales, de 20 años, trabaja en la puesta en marcha de un proyecto gastronómico en el golfo Pérsico

02 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Son muy golosos. Les gusta mucho el chocolate. Creo que aquí estamos teniendo más éxito por ahora los pasteleros que los cocineros», comenta desde Kuwait Pablo Morales Meléndrez. Con tan solo 20 años, acaba de ser fichado por Sheikh Majed Al-Sabah, un miembro de la familia real kuwaití que lidera un nuevo concepto gastronómico en el país de los petrodólares.

El denominado Love food contará, entre otros servicios, con restaurante, pastelería, cocina para cátering y hasta un supermercado de productos delicatesen. Los mejores diseñadores del mundo están implicados en el desarrollo de este proyecto, para cuya puesta en marcha no reparan en gastos.

El «spanish team»

El joven profesional coruñés se formó en la Escuela del Gremio de Pasteleros de Barcelona y durante algún tiempo colaboró con otro pastelero que más adelante acabó trabajando en el famoso El Bulli. «En el restaurante de Ferran Adrià fue donde conoció al kuwaití de la realeza y este le pidió que formase un equipo para irse a trabajar a Kuwait», recuerda Augusto, el padre de Pablo, al que llamaron para formar parte del grupo de elegidos. Junto a él también figuran cocineros o jefes de sala de reconocido prestigio. Pero Pablo es el más joven -el siguiente tiene 30 años- del Spanish team , como los empiezan ya a conocer en la costa del golfo Pérsico. Asegura el coruñés que ya comienza a acostumbrarse a la vida en el lejano país. «Trabajamos mucho. Por el momento estamos preparando servicios de cátering para cenas y fiestas privadas en palacios a las que acuden miembros de casas reales y millonarios de todo el mundo que llegan en sus aviones privados», comenta.

Su padre dice que ya desde muy pequeñito Pablo mostró interés por ser pastelero, «que no cocinero». Después «tuvimos la suerte -añade el orgulloso progenitor- de conocer a Carlos Mampel, uno de los mejores del mundo, que se convirtió en su mentor y le enseñó a trabajar. Es su segundo padre», apunta Augusto.

Pablo Morales echa de menos Galicia y cuenta que hace unos días presumió de que los pescados y mariscos de su tierra natal eran insuperables. «Si quieres, coge mi avión y vete a buscarlos», le espetó su millonario jefe.