Carballo crea la Ruta das Férvedas para impulsar sus recursos naturales

Cristina Abelleira CARBALLO/LA VOZ.

SOCIEDAD

02 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Depresión Meridiana, que se extiende de norte a sur desde Carballo hasta Tui, marca el trazado de la recién inaugurada Ruta das Férvedas, una senda rural de 27,6 kilómetros de longitud que atraviesa cuatro parroquias del municipio carballés, que tiene como recursos naturales de referencia las cascadas de Rus y Entrecruces y que se configura como la gran novedad turística de Galicia para este puente.

El recorrido de la PR-G 142, homologada por la Federación de Montañismo, arranca en el barrio carballés de A Brea, a orillas del río Rosende, sobre el cual se ha construido una pasarela de madera, puerta de bienvenida a los caminantes. A partir de ese punto, la ruta entra en la falla meridiana, uno de los accidentes geográficos más importantes de Galicia y que en Carballo es responsable, por ejemplo, de la formación de los taludes de la playa de Razo y de los saltos de agua de Rus y Entrecruces.

El primero, conocido también como Férveda de Ramil, permaneció oculto durante años a pesar de encontrarse a solo 150 metros de una carretera local. La limpieza de la maleza y el acondicionamiento del acceso dejaron al descubierto una cascada de la que ni siquiera tenía constancia buena parte del vecindario. Desde entonces, con la instalación de bancos y papeleras de madera, además de la señalización, se ha convertido en uno de los parajes más visitados de la capital de Bergantiños.

A pesar de no contar con un gran desnivel, el agua baja de forma sinuosa a lo largo de unos 30 metros de un suelo de gabros -rocas de gran dureza y difícil erosión-, de forma muy similar a los toboganes de agua, lo que constituye todo un espectáculo. Pero el destino de la ruta, y también su pieza clave, es la Férveda de Entrecruces o San Paio, una de las más impresionantes de toda la comunidad.

Cuarenta metros de caída

En este punto de la Depresión Meridiana, el caudaloso río Outón se precipita desde una altura de más de cuarenta metros, primero en un solo brazo, y después en dos, un fenómeno característico de la cascada de Entrecruces que se acentúa en esta época del año debido a las lluvias y al consiguiente aumento del caudal, lo que hace aconsejable el uso de botas.

Aunque el salto es visible desde la carretera de Carballo a Santiago, en el ascenso a la conocida como Costa de Anxeriz, la Ruta das Férvedas ofrece una perspectiva completamente distinta. El camino que conduce hasta la cascada desde el lugar de San Paio discurre por el típico bosque de ribera, con ameneiros, salgueiros, freixos o loureiros. De hecho, la espesa vegetación que la rodea le confiere un gran valor paisajístico y ecológico. En su entorno se encuentran, además, antiguos molinos de agua, restaurados hace unos años, y los restos de una pequeña central hidroeléctrica que generó, en 1915, la primera energía eléctrica para el casco urbano de Carballo.

Los técnicos de la Consellería de Medio Rural que acaban de dar el visto bueno a la Ruta das Férvedas, acondicionada con fondos del plan Agader, destacaron el importante valor histórico, paisajístico, geológico y ecológico del salto de agua de Entrecruces, que es, hoy por hoy, uno de los recursos naturales más emblemáticos del municipio.