El Xacobeo instala una pantalla en la plaza de la Quintana para que 5.000 personas más sigan el recital de Jarre

M. CH. SANTIAGO/LA VOZ.

SOCIEDAD

Medio centenar de operarios iniciaron el montaje del escenario al que la estrella francesa subirá en su única comparecencia en España

30 jul 2010 . Actualizado a las 16:26 h.

La Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo confirmó ayer oficialmente que, por motivos de seguridad, ha reducido de 12.000 a «aproximadamente» 8.000 personas el aforo para el concierto gratuito que Jean Michel Jarre dará mañana en el Obradoiro. Además, anunció que otras 5.000 podrán seguir la actuación desde una plaza próxima, la de A Quintana, gracias a una pantalla gigante (tres metros de alto por siete de ancho) que ofrecerá imágenes en directo del espectáculo, al igual que prevé hacer la Televisión de Galicia.

Medio centenar de operarios iniciaron ya ayer el montaje del escenario al que la estrella francesa subirá en su única comparecencia del año en España. Ubicado justo delante de la fachada principal de la catedral, ocupará lo que un piso medio: 90 metros cuadrados. Caracterizado por su «gran orixinalidade», según los organizadores, en el recital se van a emplear los mismos vatios de sonido que Alejandro Sanz utilizó en el Coliseo coruñés (80.000) y 500.000 de luz, tantos como había usado Bruce Springsteen en el Monte do Gozo hace un año.

Considerado uno de los padres de la música electrónica, el galo comenzará a tocar, salvo cambio de planes, a las diez y media de la noche. Quienes no quieran perderse la cita deberán entrar al recinto por cualquiera de las cinco vías que confluyen en él, excepto una, Costa do Cristo, la rampa que linda con el Hostal dos Reis Católicos. El control de accesos, delegado en la Policía Local de Santiago, arrancará a las 20.30 horas, si bien la gente que en ese momento se halle dentro del Obradoiro no será desalojada. La seguridad de puertas adentro la asumirá el propio Xacobeo.

Para asistir al evento no será preciso retirar previamente invitación alguna. Cuando se alcance el tope de público establecido, la plaza quedará cerrada.