Cuatro de las mayores petroleras se unen para evitar mareas negras

Victoria Toro REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

Excluyen a BP en el desarrollo de un sistema que impida el derrame de crudo en los pozos

23 jul 2010 . Actualizado a las 10:20 h.

El accidente del golfo de México tiene muchas consecuencias desastrosas, pero también alguna favorable. La última es la decisión de cuatro grandes petroleras, las estadounidenses, Exxon Mobil, Chevron, ConocoPhillips, y la angloholandesa Royal Dutch Shell, de unirse para desarrollar un sistema que impida el derrame de crudo si se produce un accidente en un pozo a gran profundidad.

Estas compañías aportarán un millón de dólares para comenzar el desarrollo del nuevo sistema y se comprometen a ir aumentando esa cantidad paulatinamente cuando sea necesario. Los encargados de poner a punto el nuevo método antivertidos son un grupo de ingenieros de las propias compañías que ya están trabajando en él. La idea es que sea un sistema que pueda ponerse en marcha en 24 horas y que se adapte a cualquier tipo de pozo, con diferentes condiciones climáticas, para distintos flujos de gas y crudo, y que sea capaz de capturar 100.000 barriles diarios en pozos de hasta 3.000 metros de profundidad.

El anuncio de las petroleras se hizo cuando el Congreso estadounidense acababa de aprobar dos proyectos de ley que obligan a aumentar la seguridad de las perforaciones en aguas profundas y exigen el uso de nuevos métodos de limpieza cuando se produzca un vertido.

Y todo ello mientras BP, que no está en el grupo de petroleras que promueven el nuevo sistema contra los vertidos, ha tenido que volver a suspender los trabajos en el golfo a causa de una nueva tormenta. La construcción de los pozos de alivio se interrumpió el miércoles por la noche ante la llegada, este fin de semana, de un nuevo sistema tropical. Y en cuanto a los barcos que participan en las tareas de limpieza, las autoridades estaban esperando a ver hacia dónde se movía la tormenta.

Represalias

El accidente del pasado 20 de abril sigue siendo noticia tres meses después. El diario New York Times publicaba ayer que una encuesta hecha a los trabajadores del pozo siniestrado unas semanas antes de la explosión demuestra que la mayoría de ellos estaban preocupados por la seguridad del pozo pero que temían represalias si lo denunciaban.

La encuesta confidencial fue realizada por la empresa propietaria del equipo de perforación, Transocean. Y, junto a ella, esta compañía también realizó una evaluación de los componentes clave del equipo que demuestra, según el rotativo neoyorquino, que muchos de ellos no habían pasado ninguna inspección desde el año 2000, a pesar de que la ley dice que estas inspecciones deben hacerse cada tres a cinco años.

Estos informes pueden llegar a tener una importancia enorme en los tribunales, ya que Transocean intenta limitar su responsabilidad al pago de una multa de 27 millones de dólares según una ley de 1851 que limita a esa cifra la responsabilidad civil. Pero esa ley también dice que cuando la empresa ha actuado con negligencia no hay límite a la cuantía de las multas.