Argentina legaliza el matrimonio homosexual

Agustín Bottinelli BUENOS AIRES/LA VOZ.

SOCIEDAD

Es el primer país de América Latina en legitimar la unión entre personas del mismo sexo.

16 jul 2010 . Actualizado a las 20:05 h.

Tras una sesión maratoniana y con duros cruces verbales en el recinto, el Senado aprobó el proyecto que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo y convirtió a Argentina en el primer país de América Latina en legalizarlo.

Los senadores sancionaron la norma tras catorce horas de debate, con 33 votos a favor y 27 en contra, además de tres abstenciones. La aprobación contó con el respaldo de legisladores de los bloques del oficialista Frente para la Victoria, la Unión Cívica Radical, el socialismo y la Coalición Cívica. Se manifestaron en contra la mayoría de los senadores pertenecientes al peronismo disidente, así como la gran mayoría del bloque radical.

La votación, que se hizo esperar en medio de un clima de incertidumbre y tensión, fue seguida en las afueras del Congreso por cientos de personas de diversas organizaciones que se manifestaron a favor del matrimonio gay. Un grupo de opositores comenzaron a rezar con un megáfono, lo que desató la reacción de los defensores del proyecto, aunque no hubo incidentes.

Un pene inflable que apuntaba al Congreso robó la atención de más de uno. Diferentes disfraces -como sotanas del Ku Klux Klan- y cánticos antieclesiásticos acompañaron la jornada. «Estado, no Iglesia», cantaban algunos militantes. «Satanás sácate la sotana», agregaban otros.

A última hora, cuando aún el Gobierno no tenía todos los votos necesarios asegurados, un creciente nerviosismo ganó terreno en la residencia presidencial de Olivos.

El ex presidente Néstor Kirchner telefoneó reiteradas veces al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y al ministro del Interior, Florencio Randazzo, a quienes les reclamó que influyeran sobre gobernadores y senadores díscolos. Además, hizo llamadas de urgencia a varias provincias, al Senado, a la Casa Rosada y a China (donde está su esposa) para conseguir los votos de los senadores peronistas o radicales que finalmente permitieron aprobar la ley, que también, como en España, permite a los homosexuales adoptar.

«Nadie supo el resultado hasta último momento y eso tuvo loco a Kirchner», explicaron en su entorno. La presidenta y su marido, ex presidente, se habían enfrentado a la Iglesia por la ley.