Usan la membrana amniótica para reparar el cartílago articular humano

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

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Francisco J. Blanco, del Instituto de Investigación Biomédica da Coruña, es el autor del estudio.

23 jun 2010 . Actualizado a las 03:02 h.

Científicos gallegos proponen la membrana amniótica humana como una nueva herramienta para reparar lesiones del cartílago articular humano, muy difíciles de curar por su baja capacidad de autorreparación. Su trabajo, publicado en la revista Cell and Tissue Banking, muestra que la densidad celular del cartílago sintetizado puede ser mayor que la del propio cartílago nativo.

«El objetivo era evaluar la utilidad de la membrana amniótica humana (MAH) criopreservada como soporte para reparar lesiones de cartílago articular humano», explica Francisco J. Blanco, autor principal del estudio e investigador en el Instituto de Investigación Biomédica da Coruña.

Los resultados indican que la MAH criopreservada es útil como soporte para cultivar condrocitos humanos en terapia celular y reparar lesiones de cartílago humano. «Proporciona una superficie más regular, y rellena las cavidades y fisuras», subraya Blanco.

Durante tres y cuatro semanas, los autores cultivaron sobre la membrana amniótica los condrocitos (células que forman parte del tejido cartilaginoso), aislados de cartílago articular humano. Las membranas amnióticas se emplearon para desarrollar 44 modelos de reparación de cartílago articular artrósico humano in vitro, que se valoró entre cuatro y 16 semanas después.

Además, la MAH se integra bien con el cartílago nativo. «En algunos modelos no pudimos diferenciar el límite entre el tejido nativo y el tejido neo-sintetizado», señala el experto. Este tejido mostró una apariencia fibrosa y una elevada densidad celular (celularidad), en algunos casos, mayor que la del propio cartílago nativo.

El empleo de condrocitos diferenciados es una opción terapéutica útil para la reparación de lesiones del cartílago articular. Pero el implante de estas células tiene limitaciones, ya que muchos pacientes quedan excluidos por la ausencia de condrocitos sanos y además esta técnica supone un daño añadido a la articulación. «El trasplante de condrocitos cultivados en diferentes andamiajes naturales o sintéticos se emplea hoy en la ingeniería tisular del cartílago. La MAH ha adquirido gran interés en los últimos años, sobre todo en el campo de la medicina regenerativa», concluye.