Las cenizas del volcán islandés llevaban una carga eléctrica significativa

R. R. REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

28 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las cenizas emitidas por el volcán islandés Eyjafjalla, que llevaron el caos aéreo a los cielos europeos, también incorporaban partículas que se cargaban de electricidad al entrar en contacto con el aire. Así se recoge en un estudio encargado por la oficina británica de meteorología, Met Office, que se ocupa del seguimiento de la evolución de la nube, y que se ha publicado en la revista científica Environmental Research Letters .

A partir del estudio de las muestras que sobrevolaron el cielo de Escocia varios equipos de científicos determinaron que la nube de ceniza llevaba una carga eléctrica significativa y con capacidad de renovarse por sí misma.

«Este hecho -explican los científicos- nos proporciona una dimensión adicional para entender la naturaleza particular de las columnas de humo volcánico y sus efectos en el tráfico aéreo». El estudio se hizo con un globo meteorológico especial que puede evaluar la ubicación y composición de las nubes de ceniza y que ha sido desarrollado por el Instituto de Investigación de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Hertfordshire. Estos globos, diseñados y usados originalmente para estudiar las propiedades de las nubes de polvo del desierto, tienen la capacidad de evaluar no solo el tamaño de las partículas atmosféricas, sino también la carga eléctrica.

A partir de las mediciones, los investigadores británicos llegaron a la conclusión de que ni la energía de la fuente volcánica, situada a más de 1.200 kilómetros de distancia, ni las condiciones meteorológicas pudieron haber sido las responsables de la posición de la carga eléctrica que detectó el globo. El volcán está ahora inactivo, pero no apagado.