Llega el «smartbook», híbrido de portátil, móvil y tableta táctil

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN.

SOCIEDAD

HP y Telefónica lanzan en España, y en exclusiva mundial, ?un ordenador que puede estar permanentemente encendido

22 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

¿Es un netbook? ¿Es un tablet? ¿Es un móvil? El Compaq Airlife 100 es las tres cosas a la vez. Su apariencia es la de un ultraportátil, con apertura de libro, teclado físico y touchpad . Pero la pantalla es táctil, como la de un iPad o el iPhone. Y funciona con el sistema operativo Android, diseñado para smartphones, con los que comparte algunas teclas como las de menú, home o vuelta atrás.

Este curioso híbrido, presentado a principios de año en el CES de Las Vegas -la mayor feria de tecnología del mundo-, ha sido lanzado en exclusiva mundial por HP y Telefónica. España se convierte así en el laboratorio para testar la respuesta de los usuarios al nuevo dispositivo, bautizado como smartbook.

El Compaq Airlife 100 ofrece la posibilidad de permanecer conectado permanentemente a la Red y a los principales servicios online en la era del cloud computing (navegación en la nube): Internet, correo electrónico, mensajería instantánea, redes sociales, fotos, música... a través de las múltiples aplicaciones disponibles. En vez del tradicional Windows, que muchos de estos pequeños portátiles no son capaces de mover con fluidez, incorpora una versión de Android que, en combinación con la pantalla táctil, permite interactuar con el ordenador como si de un móvil se tratase.

La conectividad es total: wifi, Bluetooth, 3G (incluye ranura para SIM), GPS y lector de tarjetas SD. La batería extraíble, de larga duración, permite hasta doce horas de conexión 3G y diez días en espera, con lo que no hace falta estar encendiendo y apagando el aparato, de la misma forma que hacemos con nuestro teléfono de bolsillo.

Los únicos puntos flacos son el puerto microUSB, que precisa de un adaptador para usarlo con dispositivos convencionales, como un pendrive ; y la pantalla resistiva, que, a diferencia de las capacitivas (como la del iPad o el iPhone), exige una ligera presión para que responda a los comandos táctiles.