El Papa viaja a un Portugal más liberal y distinto al que conoció Wojtyla

EFE

SOCIEDAD

Sobre la secularización, aunque el 88,3% de los portugueses se considera católico, sólo el 49,4% se declara practicante y el 26,1% va a misa todos los domingos.

11 may 2010 . Actualizado a las 00:48 h.

Benedicto XVI viaja mañana a Portugal, donde visitará Lisboa, Fátima y Oporto y se encontrará con un país de amplia mayoría católica, cada vez más liberal, muy diferente al que conoció Juan Pablo II, donde pedirá -en la línea de su antecesor- por la paz en el mundo y por los sacerdotes.

El Papa viaja, según ha dicho, «muy feliz» por encontrarse con el pueblo luso y postrarse ante la Virgen de Fátima, muy unida al papa Wojtyla, que mantenía que salvó la vida cuando el atentado de 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano porque la «mano» de la Señora desvió la bala que le disparó el terrorista turco Al Agca.

Benedicto XVI va a encontrarse con una «Tierra de Santa María», como él llamó recientemente a Portugal, muy cambiada respecto a la que visitó por última vez, hace diez años, el papa Wojtyla.

Portugal despenalizó hace tres años el aborto y dos el divorcio sin consentimiento mutuo y el Parlamento aprobó recientemente la legalización de los matrimonios homosexuales, que sólo está a la espera de la firma del presidente de la República, el conservador y católico Anibal Cavaco Silva.

También va a llegar a un país que, como otros de Europa, vive una fuerte crisis económica y avanza la secularización.

Sobre la crisis y en la línea marcada por el Papa en su encíclica de marcado carácter social, «Caritas in veritate», el arzobispo de Braga y presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Jorge Ferreira da Costa Ortiga, aseguró a Radio Vaticano en la vigilia del viaje, que esta crisis mundial tiene raíces mucho más profundas que las económicas.

«Se ha descuidado la dimensión intrínseca del ser humano y por tanto también de la sociedad en nombre de un relativismo que anula el horizonte de la vida humana en el ámbito de valores exclusivamente materiales», dijo el prelado.

Según el jefe de los obispos lusos, el Papa dirá en sus discursos que aunque es necesario «mirar al mundo y a las condiciones materiales, existe otra dimensión de la vida que urgente descubrir, una vida radicada en los valores que enseña la Iglesia Católica, pero que pertenecen a toda la humanidad».

Sobre la secularización, aunque el 88,3% de los portugueses se considera católico, sólo el 49,4 por ciento se declara practicante y el 26,1 por ciento va a misa todos los domingos.

Los vientos de secularación afectan también al clero y a las vocaciones y según datos de la Iglesia local cada vez son los sacerdotes que deben ocuparse de tres o cuatro parroquias.

Portugal cuenta con 52 obispos, 3.797 sacerdotes, 3.112 religiosos, 5.695 monjas y 444 seminaristas.

El Papa ya ha dicho que rezará por los sacerdotes, en los últimos meses en el punto de mira por los escándalos de clérigos pederastas en varios países del mundo, protagonizados por una exigua minoría de los mismos.

La Iglesia portuguesa, por lo menos hasta ahora, no se ha visto salpicada por estos casos.

El gran escándalos de abusos que sacudió Portugal en los últimos años estalló en 2002 y afectó a la estatal Casa Pía de Lisboa, donde durante dos décadas menores alojados en la misma sufrieron abusos por parte, incluso, de destacadas personalidades del país, ante la indiferencia y el silencio de la institución o complicidad de algunos de sus responsables.

La meta del viaje es el santuario mariano de Fátima, que todos los años visitan cinco millones de fieles y que el Papa Ratzinger, considera una «valor europeo y universal».

En Fátima, Benedicto XVI profundizará sobre el llamado «Tercer secreto» -desvelado hace diez años y que según el Vaticano se refería al atentado a Juan Pablo II- y evocará la figura de Karol Wojtyla, tan unido a la Virgen que se apareció en seis ocasiones a los pastorcillos Lucia, Francisco y Jacinta en 1917, cuando Europa se desangraba en la Primera Guerra Mundial.

Para el Papa, según el portavoz vaticano, Federico Lombardi, Fátima tiene «un valor europeo y universal».

Esta es la quinta visita de un Papa a Fátima. Pablo VI fue 1967 y Juan Pablo II en 1982, 1991 y en 2000.

Todos los viajes han sido realizados en la fecha del 13 de mayo, día de la primera aparición de la Virgen, y en esta ocasión se cumplen diez años de la beatificación de Francisco y Jacinta y cinco de la muerte de Lucia.