Los obispos españoles respaldaron al Papa ante los casos de pederastia que salpican a la Iglesia. Con motivo de la beatificación del padre Bernardo Hoyos, Valladolid acogió ayer la mayor concentración de la jerarquía católica desde que los casos salieron a la luz en distintos países. Durante el acto, varios prelados manifestaron su apoyo a Benedicto XVI, aunque algunos reconocieron los «pecados».
«Hay que reconocer los fallos y los pecados», admitió genéricamente el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, aunque eludió pronunciarse de forma explícita sobre la responsabilidad de la Iglesia católica en los numerosos episodios de pedofilia y abusos sexuales. Braulio Rodríguez fue uno de los 40 prelados que asistieron en la capital castellanoleonesa a los actos de beatificación del religioso jesuita, un acontecimiento inédito que se organiza en la actualidad fuera del Vaticano desde que Joseph Ratzinger decidió que se realizaran en las diócesis de donde proceden las personas que aspiran a ser santificadas.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino, prefirió refugiarse en el lenguaje eclesiástico para evitar la polémica: «El don del sacerdocio es una realidad de vida que anima a muchos sacerdotes», reflexionó al ser preguntado por el controvertido tema. El prelado que se posicionó incondicionalmente al lado del Pontífice fue Ricardo Blázquez, elegido recientemente arzobispo de Valladolid tras su paso por las parroquias de Vizcaya.