13 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.
Sin excepciones. Las diócesis están obligadas a investigar, sin excepciones, todas las denuncias de abusos sexuales a menores que reciban.
Colaboración con las autoridades civiles. Ante la existencia de cualquier posible delito, los obispados han de poner el caso inmediatamente en conocimiento de las autoridades civiles competentes en la materia.
Las medidas. Los obispados han de «proteger a los niños», para lo que pueden optar, desde el principio, por la «restricción de actividades de cualquier sacerdote de su diócesis».