El pájaro pinzón cebra aprende a comunicarse como los humanos

SOCIEDAD

Un equipo español participó en la secuenciación del mapa genético del ave, lo que ayudará a desvelar el origen del autismo

01 abr 2010 . Actualizado a las 03:37 h.

No es un primate, pero es el animal que tiene la capacidad de aprendizaje del lenguaje y comunicación vocal más parecida a la del ser humano. Es el pinzón cebra, un ave pequeña y común que desde hace 40 años se utiliza como modelo científico de referencia para la neurobiología y de la que ahora se ha descifrado su genoma gracias a un proyecto internacional en el que ha participado el departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo. La secuenciación de su mapa genético no es un tema menor, ya que permitirá avanzar también en la determinación de los genes implicados en el lenguaje humano y ayudará a estudiar trastornos neurológicos relacionados directa o indirectamente con el habla, como el autismo e incluso el párkinson y el alzhéimer.

¿Por qué es importante la puerta que ahora se abre? «Un primate no es capaz de emitir un lenguaje articulado, pero un pinzón cebra sí, su mecanismo es semejante a los esquemas del lenguaje humano, y eso moviliza genes. Y estos mismos genes están asociados a los humanos, por lo que habrá que ver cuáles son los que pueden participar en el proceso de comunicación y ver también si alguno de ellos está relacionado con el autismo u otras enfermedades neurológicas», responde Carlos López-Otín, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, cuyo trabajo se publica hoy en Nature .

En el caso del pinzón cebra, los científicos han descubierto que durante el simple acto de cantar una breve melodía modifica de manera muy significativa la expresión de más de 800 genes. «Esto demuestra -resalta López Otín- que estos procesos de comunicación son extremadamente complejos».

Aprendizaje con un tutor

En el estudio, en el que han participado más de 20 laboratorios internacionales, se desvela también que el proceso de aprendizaje de los pinzones de su sistema de comunicación, el canto en este caso, es muy similar al practicado por los humanos. «No solo son capaces de emitir un sonido para comunicarse -explica Otín-, sino que lo aprende con un tutor. Cuando un macho joven tiene una cierta edad se le asigna un tutor para que aprenda el canto, lo fije en su memoria, lo interprete y fije su propio canto, que luego transmitirá a sus descendientes».

El genoma del pinzón cebra es el segundo de un ave que se ha secuenciado, después del del pollo. Ahora, la comparación de ambos mapas genéticos también permitirá avanzar hipótesis sobre las características genéticas que determinan la capacidad de comunicación vocal de los animales. El equipo de Carlos López-Otín, que participó previamente en la secuenciación de los genomas de la rata, el chimpancé, el ratón y el ornitorrinco, ha analizado en detalle la parte del genoma que constituye el denominado degradoma o conjunto de genes de proteasas, un grupo de más de 600 proteínas que influye decisivamente en la vida de todos los organismos y en la progresión de enfermedades como el cáncer.

De hecho, toda la metodología y tecnología desarrollada por el equipo en la secuenciación de los genomas es lo que les ha permitido abordar su principal objetivo, en el que están trabajando: el mapa genético del cáncer.