La sombra del cierre total planea sobre El Bulli por sus pérdidas

Efe

SOCIEDAD

14 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El cierre del restaurante El Bulli, el mejor del mundo según la crítica especializada, podría no ser temporal sino permanente, tras haber registrado pérdidas anuales de medio millón de euros, tal y como confesó el cocinero Ferran Adrià en una entrevista concedida al periódico The New York Times, el mismo diario que le dedicó un especial de doce páginas en el 2003.

El cocinero afirma que esta semana él y su socio tomaron la decisión de que el cierre sea permanente, y que en su lugar abrirían un centro de estudios avanzados de alta cocina.

En el texto firmado por Andrew Ferran -que aparece en el blog Diner's Journal del New York Times-, Adrià revela el peso de lo económico en la decisión de cerrar el galardonado restaurante, tras confesar que él y su socio, Juli Soler, sufren pérdidas anuales de medio millón de euros con El Bulli y su taller de cocina de Barcelona.

Con este nivel de déficit, «es preferible que dediquemos el dinero a algo más grande, que permita expandir el concepto y el espíritu que El Bulli representa», asegura el cocinero en el blog culinario del diario neoyorquino.

Pero, pese a la claridad y contundencia de estas declaraciones, la sorpresa se produjo ayer a última hora cuando el chef negó ese supuesto cierre definitivo del restaurante y, por tanto, lo publicado por el periódico estadounidense, que atribuyó a «una confusión dialéctica sin mala fe».

Anuncia una fundación

Nada ha cambiado respecto de lo que anuncié en enero en Madrid Fusión -precisó el cocinero, que estará el día 22 en el Fórum Gastronómico Santiago 2010-, por lo que El Bulli cerrará sus puertas en el 2012 y en el 2013, y volverá a abrirlas en el 2014». Según Adrià, «el modelo de El Bulli persistirá entonces a través de una fundación».

El pasado mes de enero había dicho en Madrid que el cierre del restaurante, ubicado en Rosas (Gerona) sería un paréntesis de dos años, y que sus planes eran volver a abrir en el 2014. Y si bien no ahondó en las causas de la clausura, sí aludió a la crisis económica y a la necesidad de que los hosteleros tengan «conciencia» de empresarios y hagan un control presupuestario exhaustivo en sus establecimientos.

Becas a cocineros talentosos

El Bulli -merecedor de las máximas calificaciones de las guías Campsa, Michelin, Gourmetour y GaultMaillau - cierra seis meses al año para que Adrià y el resto de los cocineros puedan dedicarse a innovar y a desarrollar nuevas técnicas. El local es conocido por deconstruir los platos e invertir los estados físicos de los ingredientes, de manera que las salsas se conviertan en alimentos sólidos, y los sólidos, en aromas o espumas.

Respecto al anuncio de la fundación, según explicó en la entrevista concedida a The New York Times, el chef pretende dedicar el dinero que obtiene del resto de negocios y de sus labores de consultoría a establecer una nueva academia que conceda becas a cocineros talentosos de todo el mundo.

«Habíamos planeado dedicar estos dos años a ver cómo podía evolucionar El Bulli. Hemos visto varias opciones, pero ayer [por el viernes] decidimos que la opción más satisfactoria sería la fundación», dice en el diario estadounidense, y agrega que continuar con el «ritmo bestial» que impone El Bulli, con una lista de espera de tres mil personas, es «imposible».

La nueva academia será «un lugar de libre pensamiento y para lanzar nuevas ideas» sobre gastronomía. Trabajará con escuelas de cocina de todo el mundo y buscará nuevos talentos, unos 25 el primer año.