Pilar estuvo de diciembre del 2007 a septiembre del 2009 tramitando la libranza del cuidador
17 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Pilar solicitó en diciembre del 2007 una ayuda para poder ocuparse de su madre, Daría, enferma de cáncer. Según explica, un error de la asistente social retrasó hasta finales del 2008 la contestación oficial en la que se reconocía el grado y nivel de su madre y el derecho de Pilar a percibir la paga del cuidador y cotizar a la Seguridad Social. En septiembre del 2009 la madre falleció, pero el dinero jamás llegó a su destino. La ayuda tiene carácter retroactivo y, según la Xunta, ella tiene derecho, pero a día de hoy, Pilar sigue esperando.
-¿Qué explicación le dieron para justificar que no cobrase el dinero?
-Tuve que ir varias veces, tres o cuatro, a la delegación de Benestar. Me decían siempre que esperara, que recibiría una carta poniéndolo todo definitivamente en orden. Fui en marzo, en mayo y en junio o julio y ya al final me dijeron que no había dinero. En septiembre mi madre falleció y entonces yo decidí enviarles un escrito adjuntando toda la documentación. El 2 de octubre llegó a la delegación de Benestar, a la delegación en Ourense de la Xunta y por correo al Valedor do Pobo.
-¿Recibió alguna contestación?
-Solo me contestó en tres ocasiones el Valedor, la última el 9 de diciembre. Él me decía que, según lo que yo le había enviado, todo estaba en orden, pero que desde Benestar nadie le había informado de qué pasaba conmigo. Según me dijo, nadie le había contestado.
-¿Cuál fue el siguiente paso?
-Volví a pedir explicaciones en la delegación de Benestar. Me negaron que era imposible que el Valedor no hubiese recibido su contestación y además me dijeron que estaban esperando a ver qué pasaba con una resolución sobre casos como el mío, de dependientes que ya fallecieron [según la consulta de La Voz a la Xunta, tiene derecho al cobro]. Además, la persona que me atendió me dijo que estaba claro que lo único que yo quería era el dinero. A veces creo que me dieron largas contando con que mi madre muriese, porque era una enfermedad terminal.
-¿Qué sensación le queda con respecto a la ley de dependencia?
-He tenido que dar muchísimas vueltas. Hay papeles que me los pidieron varias veces y en algunos casos no valía una fotocopia. Yo creo que si el Gobierno pone en marcha una ley tiene que ser capaz de cumplirla. Yo hubiese cuidado de mi madre sin esa ley, pero si la ofrecen tiene que ser para todos.