Iris Robinson dejará todos sus cargos ante el escándalo

Manuel Allende

SOCIEDAD

Trasciende que tuvo una relación con el padre de su joven amante

11 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Si no fuera porque el escándalo sexual que surgió la semana pasada en Irlanda del Norte, cuando el primer ministro, Peter Robinson, confirmó la relación extramarital de su mujer con un joven empresario, amenaza con destruir el endeble Gobierno de coalición con los republicanos del Sinn Féin y puede costarle el cargo al propio premier , el desliz de Iris Robinson sería una anécdota más en la ya de por sí colorida política británica, sin mayores consecuencias que un motivo de conversación en los pubs norirlandeses.

No es así, el affaire de esta mujer fundamentalista unionista y religiosa amenaza con convertirse en un irisgate para su marido, sobre todo por el goteo de informaciones que se están filtrando a la prensa sobre su lío con el joven Kirk McCambley. Lo que fue descrito por Robinson con un «acto erróneo de mi esposa en un período muy corto de tiempo» poco se ajusta a la realidad de lo que ha trascendido estos días. La relación entre la señora Robinson, de 61 años, y el joven de 21 años, ahora, se fue gestando durante un tiempo, en concreto desde la muerte del padre del joven en febrero del 2008 de cáncer. De profesión carnicero, el viejo McCambley cuando se vio en el lecho de muerte, pidió a Iris que cuidara de su hijo una vez que él falleciera. Y lo hizo, quizás demasiado al pie de la letra.

Pero en un nuevo intento de desmadejar el asunto, un dominical informaba ayer de que Kirk no ha sido el único amante de la mujer del primer ministro del Úlster, que también lo fue su padre, el carnicero de Ballyhackamore, años antes y que, además, en los ochenta mantuvo tratos carnales extramaritales con un colega de su marido en el Partido Democrático del Úlster (DUP), formación que con tanta disciplina y pulcritud moral ha dirigido durante lustros el reverendo Ian Paisley.

Ante tales informaciones, es lógico que los ciudadanos del Úlster consideren como memeces la vulneración de la ley por parte tanto de Iris como de Peter Robinson para ayudar al joven empresario, la decisión del DUP de expulsar a la mujer del partido y la posibilidad de que esta misma semana anuncie su renuncia a los cargos de concejala de Castlereagh, y de diputada en Westminster y en la Asamblea del Úlster.

Celebración gay

Aquellos que sufrieron el látigo divino y ortodoxo de Iris -ahora parece que era pura hipocresía-, los homosexuales, colectivo al que persiguió impenitente, son ahora los que más celebran la caída moral de la señora Robinson. Tanto es así, que la comunidad gay ha decidido convertir en objeto de adoración al joven Kirk. El director de la revista homosexual Attitude , Matthew Todd, ha pedido públicamente al toyboy de la primera dama norirlandesa un posado para sus páginas. También en Estados Unidos tacharán a Iris de hipócrita. En plenas primarias para las últimas elecciones, le reprochó a Hillary Clinton que perdonara las infidelidades de su esposo. En aquella ocasión, dijo que «ninguna mujer puede aceptar lo que ella toleró a su marido».

Con todo, el premier ha intentado pulir el «error» de su mujer diciendo que se enteró del desliz cuando esta intentó suicidarse agobiada por la vergüenza. Iris no se suicidó, pero sí cometió un homicidio político, el de su marido.