El Papa reduce al polémico arzobispo Milingo al estado laical

EFE

SOCIEDAD

Esta medida se une a la excomunión que ya pesaba sobre el ya ex prelado.

17 dic 2009 . Actualizado a las 15:18 h.

El papa Benedicto XVI ha reducido al estado laical al polémico arzobispo emérito (jubilado) de Lusaka (Zambia), Emmanuel Milingo, de 79 años, informó hoy el Vaticano.

Esta medida se une a la excomunión que ya pesaba sobre el ya ex prelado, anunciada el 26 de septiembre de 2006, tras ordenar obispos sin el permiso del Pontífice a cuatro sacerdotes casados.

El Vaticano expresó su «profundo dolor» por la decisión tomada, a la vez que señaló que la reducción al estado laical de un obispo «es un hecho excepcional, al que la Santa Sede se ha visto obligada por la gravedad de las consecuencias que se derivan para la unidad eclesial de las ordenaciones episcopales sin mandato pontificio».

En un comunicado, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, señaló que desde hace varios años la Iglesia «sigue con particular sufrimiento» el comportamiento de Milingo, al que llama ya en la nota «señor Milingo» y que en numerosas ocasiones ha intentado cambiarle tras buscar fórmulas adecuadas para que pudiera ejercer su ministerio, pero sin conseguirlo.

A este respecto, recordó que en 2001 ya anuncio su matrimonio con la coreana María Sung e incurrió en una pena canónica, y que después se puso al frente de una corriente para la abolición del celibato sacerdotal, «a la vez que creaba confusión y escándalo entre los fieles».

El 24 de septiembre de 2007 Milingo ordenó en Washington obispos a cuatro sacerdotes católicos sin el permiso del Papa e incurrió en la excomunión 'latae sententiae' (automática), prevista en el canon 1.382 del Código de Derecho Canónico».

Milingo no hizo caso, ordenó más obispos en los últimos meses y acabó con la paciencia del Papa «ante tales graves delitos», precisó hoy el Vaticano.

Al ex arzobispo se le ha aplicado el artículo 292 del Código de Derecho Canónico, que contempla la pérdida de los derechos y de los deberes del estado clerical -excepto la obligación del celibato- y la prohibición del ejercicio del ministerio episcopal, salvo para casos de peligro de muerte.

Milingo pierde también todos los encargos y no podrá utilizar los hábitos eclesiásticos.

En el comunicado se agrega también que sigue la excomunión para las personas que fueron ordenadas obispos por Milingo y se advierte que no se reconocen «ni se pretende reconocer en el futuro tales ordenaciones y las derivadas de ellas».